Leopoldo Calderón
Alejandro Arcos Catalán, alcalde del municipio de Chilpancingo, fue hallado decapitado y su cabeza cercenada en el toldo de una camioneta, al oriente de Chilpancingo.
Alrededor de las 5:30 de la tarde de este día, se informó a las autoridades que sobre la calle Moctezuma, de la colonia Villa del Roble, en un callejón ubicado a un costado del Hotel Real Moreli, estaba una camioneta con restos humanos.
A los pocos minutos arribaron corporaciones policíacas, quienes tras confirmar el hallazgo, acordonaron el área, para después permitir que peritos de la Fiscalía General del Estado realizaran las diligencias de ley, hallando la cabeza cercenada en el toldo del vehículo marca Volkswagen tipo Saveiro en color blanco, mientras que el torso completo estaba envuelto en una sábana color gris dentro del mismo.
Luego de casi dos horas de haber realizado las actuaciones de ley, se ordenó que los restos fueran trasladados a la morgue, para la práctica de la necropsia de ley.
Cabe mencionar que Arcos Catalán rindió protesta como Presidente Municipal Constitucional de Chilpancingo el pasado 30 de septiembre, que en las pasadas elecciones fue abanderado por la coalición “Fuerza y Corazón por Chilpancingo” conformado por los partidos PAN-PRI-PRD, que compitió contra su mas cercano rival, el ex priista Jorge Salgado Parra, abanderado por los partidos de MORENA-PT-PVEM, que quedó en segundo lugar.
En menos de 15 días, han sido asesinadas 3 personas de la administración municipal entrante. El primer hecho de violencia ocurrió el pasado 27 de septiembre sobre el antiguo libramiento a Tixtla, fuera de la escuela primaria José Martí, en la colonia Caminos, donde fue asesinado a balazos el Capitán de Infantería Ulises Hernández Martínez, quien seria el próximo Secretario de Seguridad Pública Municipal, junto a él falleció una mujer que lo acompañaba.
El jueves 31 de septiembre fue asesinado a balazos Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, Secretario general del Ayuntamiento, a pocos días de haber sido designado en el cargo.
El hecho ocurrió sobre la transitada avenida Juan Ruiz de Alarcón esquina con Francisco I. Madero, en pleno centro de la capital.