Al despedir los cuerpos de Conrado Hernández Domínguez, Mercedes Martínez, y el pequeño Vladimir Tlacaelel Hernández Martínez, el dirigente estatal del Movimiento Antorchista en Guerrero, José Juan Bautista Hernández, advirtió que “hay muchas dudas, muchas incongruencias, inconsistencias”, respecto a que la familia haya muerto en un accidente.
La tarde de este viernes, las oficinas de Antorcha Campesina en Chilpancingo, recibieron los cuerpos de los activistas Conrado Hernández y Mercedes Martínez, así como de su hijo Tlacaelel Hernández, quienes -según las autoridades- habrían fallecido en un accidente automovilístico en la carretera federal México-Acapulco, cerca del poblado de Agua de Obispo, municipio de Chilpancingo.
Luego de una misa de cuerpo presente, José Juan Bautista Hernández, indicó que tras las inconsistencias respecto “de que esto sea un accidente”, solicitarán a las autoridades competentes una investigación a profundidad respecto a qué fue lo que ocurrió con los activistas y su hijo.
“No somos la autoridad ni tampoco somos unos irresponsables para empezar a repartir culpas, nosotros responsablemente exigimos a la autoridad, al gobierno de estado, que tiene que esclarecer este presunto accidente”
“Nosotros no irresponsablemente empezaremos a culpar a fulano o a mengano, pero sí le exigimos al gobierno de estado, a las autoridades encargadas de justicia, que deben quedar claras las cosas y no se deben manchar la dignidad de nuestros compañeros”.
Bautista Hernández denunció que Guerrero “es un gigantesco cementerio en donde pareciera que la autoridad no le interesa detener estas cosas violentas”, sin embargo insistió en que solicitarán el esclarecimiento total de los hechos ocurridos el pasado miércoles.
Los compañeros de la organización social y vecinos de colonias en las que Antorcha Campesina tiene presencia, despidieron finalmente el cuerpo del activista y su familia, quiénes serán trasladados al estado de Veracruz de donde eran originarios.