En dos o tres semanas, habrá escasez de productos, “va a haber hambre”, alertó este domingo el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.
Durante su homilía en la primera misa dominical, que se celebró a puerta cerrada como medida de sanidad por el Covid-19, el líder eclesiástico invitó a la población a estar preparadas por las fechas que se aproximan.
Este día, de acuerdo con el calendario litúrgico, se celebra el tradicional “Domingo de ramos”, que anuncia la entrada gloriosa de Jesús a Jerusalén, donde será capturado, juzgado y crucificado; en el zócalo de la ciudad la celebración de realizó sin feligreses.
“Sabemos que en dos, tres semanas, va a haber escasez, va a haber hambre, tenemos que estar preparados para esta contingencia y ojalá que muchos grupos y asociaciones estén en la primera línea de batalla contra este problema del coronavirus”, mencionó en su homilía, el obispo de la diócesis.
También convocó a sacerdotes a cumplir con las recomendaciones que ha hecho el Vaticano, la diócesis y las autoridades sanitarias, respecto a no celebrar actos religiosos masivos, a fin de evitar contagios.
“Hermanos estamos caídos pero no derrotados, enfermos pero no vencidos, que la fé, la esperanza y la confianza en Dios, se avive en estos tiempos”.
El zócalo de Chilpancingo, permanece cerrado a toda persona desde los primeros minutos del viernes, a excepción de quienes justifiquen algún trámite bancario.