El gobierno estatal ha sido rebasado por la violencia ocasionada por la injerencia de los grupos de facto en Guerrero, consideró el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.
En entrevista, el prelado católico argumentó que esta situación se debe a que durante los últimos años “se permitió”, el actor de los grupos del crimen organizado el Guerrero, así como su colusión con distintos entes.
En este contexto, confirmó que ha tenido acercamientos tanto con el gobierno como con los grupos de facto y, una vez más, consideró benéfico el diálogo entre el gobierno y los grupos delictivos en Guerrero.
“Quieren justicia, quieren que se les escuche, que se les haga caso, pero no hay diálogo con el gobierno. El gobierno dice que no dialoga con los grupos y ahí está, se entiende que sin diálogo no hay compromisos y ahí está todo el desorden”.
En otros temas, lamentó la situación de desplazamiento forzado que ocurre en las regiones Sierra y Tierra Caliente, principalmente, pero aún más, calificó como grave que el Ejército acompañe las caravanas de desplazados pero no pueda cuidarlos.
“Lo más grave es que el Ejército los escolta para que salgan, pero no para cuidarlos y se queden en sus casas. Las comunidades salen obligadas porque ya no se puede vivir y el Ejército escolta las salidas; escolten para que sean protegidos como debe ser y se queden en sus comunidades”.
Finalmente adelantó que la semana entre el 19 y el 24 de junio, los obispos del sur de México, entre ellos los cuatro obispos de Guerrero, visitarán al Papa Francisco, en donde expondrán la situación en diversos rubros, entre ellos la seguridad.
“Ya lo dijimos los cuatro obispos de Guerrero, la situación que se sabe bien en la entidad, y ya lo hemos dicho a las autoridades y en las homilías con nuestros grupos ya se ha dicho: lo más fuerte es que nos sentimos sin Guerrero colectivamente secuestrados y esto es lo que pudimos decir”.