Desde hace tres años a las reducidas calles de Chilpancingo inundadas de baches, basuras y vendedores ambulantes, se le sumó otro obstáculo: los parquímetros, los cuales fueron colocados durante el último año de gobierno del dos veces alcalde Mario Moreno Arcos.
El cobro por estacionarse en la vía pública fue aprobado en 2015 y otorgado a la empresa española EYSA por 10 años, bajo el argumento de que el dinero recaudo sería utilizado para mejorar las vialidades, alumbrado público, servicios y resolvería el problema de movilidad en la ciudad.
Sin embargo, hasta el momento se desconoce cuánto recurso se recauda por el cobro de parquímetros y en qué se ha invertido. Al igual que Marco Antonio Leyva Mena, el alcalde suplente Jesús Tejada Vargas ha mantenido el tema en la opacidad.
Tampoco existen mejoras en las vialidades ni los servicios de la ciudad, y el problema de la movilidad continúa.
El sábado transportistas y vecinos se unieron para reparar las calles en la ciudad y cubrieron los baches con cemento. Cuestionaron la instalación de los parquímetros que en nada han servido.
En la ciudad existen por lo menos 80 parquímetros instalados en las principales avenidas y calles de la ciudad.