Ciudad de México.- El médico cirujano Walter Kunz y su equipo en el Hospital General de San Juan del Río (HGSJR) en Querétaro, realizan a pacientes diabéticos una cirugía llamada Bipartición del Tránsito Intestinal (BTI), que prácticamente “curan” la enfermedad, así lo dio a conocer esta mañana el diario El Universal en su versión en línea.
Hace cinco años el médico Walter Kunz Martínez le practicó a una paciente de nombre María Antonia Pérez Pérez, la Bipartición del Tránsito Intestinal (BTI), operación que le permitió “nacer de nuevo”.
“Hoy María Antonia está prácticamente libre de diabetes mellitus 2. Se encuentra en remisión completa: no necesita medicamentos para controlar los niveles de azúcar en su sangre y le basta ponerse tenis y ropa deportiva para caminar hasta cinco kilómetros”, indica el diario mexicano.
Con esta cirugía, los pacientes disminuyen o dejan de consumir medicamentos tanto para la diabetes como la hipertensión, además de las inyecciones de insulina, incluso han evitado la diálisis.
De acuerdo a la entrevista, este procedimiento quirúrgico es más barato que otras operaciones que sirven para controlar la enfermedad, además de que no promueve una mejor absorción de nutrientes en el organismo, requiere de un control médico menos estricto y se puede realizar en hospitales que no son de alta especialidad.
¿En qué consiste?
Kunz Martínez especialista en endocrinocirugía, modificó las técnicas ya existente y desarrolló la Bipartición del Tránsito Instestinal (BTI), pero ¿en qué consiste? Transcribimos lo publicado por El Universal:
La intervención consiste en unir la parte inicial y final del intestino delgado; se forma un “atajo” por el que después de comer pasarán los alimentos, pero también lo harán por el trayecto normal del intestino. Esto favorecerá que la parte final del intestino delgado entre en contacto temprano con los nutrientes que proporcionan los alimentos, se estimulará y producirá hormonas incretinas.”
Las hormonas incretinas son mensajeras químicas que incitarán al páncreas a secretar más insulina, la cual regula el nivel de azúcar (o glucosa) en la sangre. Cuando no hay suficiente o el cuerpo no la utiliza eficazmente, se desencadena la diabetes.
La cirugía es eficaz para controlar la diabetes porque favorece la producción de insulina, promueve cambios en el comportamiento de ácidos biliares (proteínas que ayudan a procesar alimentos) y modifica las bacterias que hay en el intestino.
Kunz Martínez cree aventurado afirmar que una manipulación en cualquiera de los aparatos o sistemas del cuerpo “curará” una enfermedad tan compleja como la diabetes mellitus. Por eso señala que es preferible el término “remisión” a “cura” porque no hay estudios a largo plazo de lo que pasará con la enfermedad, podría volver.
Después de la operación, los pacientes deben asistir a consulta médica cada 3 o 6 meses. Entre el sexto y noveno mes después de la bipartición intestinal el azúcar en la sangre será estable y el consumo de antidiabéticos podrá reducirse. Cada paciente responderá diferente al tratamiento, pero entre menos tiempo tengan con la enfermedad y más jóvenes sean, los resultados serán mejores.
Los beneficios que se obtienen con la BTI no son mágicos, se necesita supervisión médica, dieta balanceada y actividad física. Kunz Martínez señala que hay muchos casos de deserción al seguimiento después de la operación, pero 62% de las 30 primeras personas a quienes se les practicó el procedimiento y han sido revisadas por más de un año, están en remisión.
La incredulidad de médicos y pacientes ha sido una de las principales dificultades para la difusión y puesta en práctica de la Bipartición del Tránsito Intestinal. Kunz Martínez explica que cuando a los pacientes diabéticos les dicen “vamos a abrirte la panza para operarte algo que no te está doliendo”, muchos se niegan y los acusan con médicos de primer contacto. Ellos, por desconocimiento, les dicen a los enfermos que tales operaciones no existen o están fuera de la realidad de México.