En México hay al menos 871 mil 207 testigos de Jehová que participan activamente en la religión y quienes, por motivo de creencias, el primero de julio se mantendrán ajenos al proceso electoral. Para ellos, ese día transcurrirá como cualquier domingo en el que habrán de acudir a sesión para estudiar la Biblia y salir a las calles a predicar, según refirieron a ZUM POLÍTICO, miembros de esa comunidad religiosa.
El desarrollo de los comicios o las tendencias que despunten al final de la jornada, serán intrascendentes para ellos. A propósito, una practicanta radicada en El Laurel 2 mencionó que a los testigos no les preocupa qué partido vaya a quedar al frente del poder, toda vez que no se inmiscuyen en asuntos gubernamentales.
Añadió que, en su carácter de ciudadanos, simplemente se limitan a obedecer las leyes. Tratándose de ideología o línea política, “no tenemos ninguna opinión de los gobiernos”, manifestó.
El secretario de la congregación Montebello (con instalaciones en la calle Ermita), Armando Rodríguez Torcuato, aclaró que la elección para renovar la presidencia de la República y el Congreso de la Unión, en todo caso los impactará en su manera de ejercer la predicación. El 1 de julio no irán de casa en casa ofreciendo el mensaje del que son portadores, solo abordarán al ciudadano de a pie, “con cierta discreción”, dado que en otras votaciones han sido objeto de agresiones verbales y físicas por parte de personas inconformes con el hecho de que no voten.
Sobre su propensión a mantenerse al margen del ámbito político, el coordinador de la misma congregación, Mauricio García, explicó que ello obedece a que los Testigos de Jehová procuran seguir el ejemplo de Jesucristo: “Cuando Él estuvo en la tierra, se abstuvo de envolverse en cuestiones relacionadas con los gobiernos”. En ese sentido dijo que “las Escrituras hablan de un reino celestial” al cual “nosotros voluntariamente nos sujetamos”.