El sacerdote católico, José Filiberto Velázquez Florencio, afirmó que, así como en otros estados, el tema de la seguridad es uno de los grandes pendientes en Guerrero; 90% de los crímenes de alto impacto no han tenido respuestas de las autoridades de justicia, advirtió.
En entrevista, el activista dirigente del Centro de Derechos Humanos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, refirió que hay casos especiales en los que se espera mayor atención de las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Guerrero.
Citó casos como el de los 17 desaparecidos de Chautipan, caso que está por cumplir un año y sigue sin atención, así como el del asesinato del expresidente municipal de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán.
“Esperemos que pronto pueda hacerse justicia para esos casos y el Estado deje de tener miedo a los que son generadores de violencia”, expresó el sacerdote y activista.
En referencia especial el caso de Chautipan, comunidad en la Sierra de Chilpancingo, caso que pobladores han denunciado que no tiene ningún tipo de seguimiento por parte de las autoridades, Filiberto Velázquez reconoció la falta de atención.
“Yo creo que 90% de los casos de violencia de alto impacto en el estado es muy difícil, por el número de casos y sistema de justicia que no se ha terminado de reformar, que haya un avance significativo en ese y otros casos”.
Recordó crímenes políticos, específicamente el de Alejandro Arcos Catalán, “que ya va a ser un año que partió”, así como de otros eventos contra personajes de la vida política en Guerrero, cuyas investigaciones se encuentran sin avances significativos o información por parte de la fiscalía estatal.