Deben detenerse compadrazgos entre políticos y grupos delictivos
Tras la salida de Héctor Astudillo y la llegada de Evelyn Salgado Pineda, ha iniciado el reacomodo de grupos del crimen organizado en el estado de Guerrero, advirtió el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.
Vía telefónica, el líder eclesiástico habló sobre las jornadas de violencia en municipios como Acapulco y Chilpancingo, donde la violencia ha comenzado a recrudecer.
El obispo, recordó que ya había advertido sobre las posibles muestras de violencia tras el fin de la administración estatal y culpó de esta situación, al reacomodo de grupos delictivos que operan en la entidad.
“Hay un refrán que dice: a río revuelto, ganancia de pescadores. Con todo este desorden a la salida de Astudillo, se levantaron grupos (…) Realmente no había una autoridad”.
El prelado católico, recordó qué hace algunos meses, el grupo delictivo que tenía su bastión en Chichihualco -en referencia al Cartel del Sur-, fue desplazado por otra banda delictiva “pero está haciendo lo mismo”.
Esa misma situación se estaría replicando en los municipios de Acapulco e Iguala, en los cuales continúa esta escalada de violencia, específicamente en homicidios dolosos.
Precisamente sobre el tema de la violencia en Iguala, Salvador Rangel reconoció que no ha sido buscado para coadyuvar en la pacificación de ese municipio, tal y como lo ha hecho en otras zonas.
No obstante, en la región Norte del estado, sí ha sido buscado con el fin de apoyar en Taxco, Tetipac y Pilcaya “ahí puede haber un arreglo siempre y cuando el gobierno acepte”.
Salvador Rangel confío en que con la llegada de Evelyn Salgado, haya “mano dura” a los grupos del crimen organizado que operan en la entidad y enfatizó que, además, deben de detenerse los compadrazgos entre políticos y grupos delincuenciales”.