Chilpancingo, Gro. – Sin darse cuenta, en Chilpancingo, el servicio del agua se ha privatizado, las familias pobres que viven en las colonias alejadas del centro de la ciudad, que además tienen los peores servicios, son las más afectadas.
El coordinador de la licenciatura de Biología, en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Alfredo Méndez Bahena dio a conocer que en una investigación hecha por estudiantes de esta institución, sobre las fuentes de abasto de agua en los hogares, y cuánto gastan en proveer el agua, encontraron datos alarmantes.
Según los estándares internacionales, lo que dicen, es que una familia debería gastar entre tres y máximo cinco por ciento de su presupuesto en abastecerse de agua, promedio que se considera aceptable. Los universitarios encontraron que en algunas colonias de Chilpancingo, las familias gastan más del 10 por ciento de su presupuesto para tener agua.
“Es una cosa espantosa”, calificó el catedrático, “y si luego le metemos el dato de donde están y quienes son, resulta todavía peor, porque son las familias más pobres las que más gastan en abastecerse de agua, porque son las que se van a vivir en las zonas más alejadas del centro, que tienen los peores servicios municipales, muchas veces la red de drenaje no llega; porque queda muy arriba y la presión del agua no alcanza, hay toda una serie de problemas”, dijo.
El agua que surten en las pipas es de dudosa calidad y se tiene que comprar garrafones; al hacer una estimación de lo que para estas familias les cuesta tener agua, tomaron en cuenta lo que pagan al sistema municipal, por surtir la pipa, el servicio es 10 o 20 veces más caro, y si le suman cuánto cuesta el litro de agua por garrafón, es 100 veces más costoso.
“Y sin darse cuenta porque es como una gotera, los ciudadanos terminamos pagando, 20, 30, 40 veces más el costo del agua, y aunque no nos hemos dado cuenta, en la práctica, el servicio de agua se está privatizando, porque en el caso de Chilpancingo, donde el gobierno no tiene la capacidad de dotar el servicio, como ciudadano no me queda más que recurrir a un servicio particular a un costo cinco veces más caro”, recalcó Méndez Bahena.
Para el investigador el problema tiene solución: la autoridad municipal tendría que tomar decisiones políticas, de cuánto cuesta tener un sistema municipal eficiente y cuanto tienen los ciudadanos que pagar para ello “y yo estoy seguro de que nos saldría mucho más barato … esto lo vemos como un problema que no tiene solución, pero de verdad que si tiene soluciones”.