Miles de fieles creyentes acuden a los templos católicos, mientras decenas de artesanos provenientes de otros municipios ofrecen los ramos de palmas tejidos a mano.
Acapulco, Gro. A 13 de abril del 2025.- Miles de creyentes en la religión católica visitan los templos de Acapulco para conmemorar el “Domingo de Ramos”, dando inicio a la Semana Santa 2025.
Para los fieles católicos como la señora Teresa Orozco Bedolla, el Domingo de Ramos representa el inicio de la festividad más grande que tienen, donde se recuerda la pasión y muerte de Jesucristo, el hijo de Dios.
“Ya es la tradición de cada ser humano de aquí de nuestro puerto, celebramos la venida de que Cristo Jesús subió a su burrito y enseñó a todos los cristianos a dar el Domingo de Ramos con unas ramitas”, indicó la señora al salir del templo.
Desde las 8:00 horas dieron inicio las celebraciones de misas en el mencionado templo ubicado en el Zócalo porteño y para las 10:00 el Arzobispo, Leopoldo González González, presidió una procesión y celebración.
Esta conmemoración también da paso para que artesanos de distintos municipios acudan a la plaza Álvarez del Zócalo para realizar la vendimia de los tradicionales ramos o palmas, cuya materia prima es traída desde comunidades que están hasta cuatro horas retiradas de la ciudad.
Uno de esos artesanos es don Fernando, quien es originario de Jalapa, municipio de Eduardo Neri; quien aseveró que año con año desde que era un niño acude a Acapulco los Domingos de Ramos para hacer la vendimia de sus artesanías que les da precios desde 20 pesos, pero que ahora es más difícil de ofertar por la falta de fieles.
“Eran otros años que si había más fieles católicos, se va perdiendo pues la tradición, pero nosotros venemos para no perder esa tradición, eso es lo que nos motiva cada año venir desde allá aunque esté como esté la venta”, indicó mientras tejía un Cristo con sus manos ágiles.
Cabe mencionar que estos hombres y mujeres aprovechan la fecha para pasear por el puerto, aunque las ventas no les favorezcan tratan de preservar sus costumbres.