+A 30 años del homicidio de 17 campesinos, piden justicia por el homicidio y persecución en el gobierno figueroista de Guerrero; jornada de lucha será por la liberación de Antonio Barragán, preso político sobreviviente de la masacre
En el marco del 30 aniversario de la masacre de 17 campesinos de Aguas Blancas, en Coyuca de Benítez, la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y otras organizaciones sociales, pidieron al Gobierno Mexicano reabrir el caso y lograr la justicia.
En conferencia de prensa, Norma Mesino, líder histórica de la OCSS, anunció una jornada de actividades de protesta al cumplirse 30 años de la matanza de campesinos de la OCSS, en un acto que hasta el día de hoy no ha sido resuelto; denuncian que gobiernos y altos mandos nunca tocaron la cárcel.
La jornada de actividades, tiene como objetivo pedir la reapertura del caso, aprovechando la postura de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo respecto a las masacres en gobiernos priistas, y también para pedir la libertad inmediata la liberación de Antonio Barragán Carrasco, sobreviviente de Aguas Blancas y actualmente preso político de la OCSS.
De acuerdo con Norma Mesino, el Estado Mexicano acusó a Antonio Barragán de secuestro, homicidio, robo, Asociación Delictuosa y otros, cargos que negó pero ha sido víctima de tortura desde su detención en 2021.
La activista reclamó que por el contrario, autores materiales e intelectuales de la masacre nunca tocaron prisión, salvo algunos cuantos policías, “que simplemente subieron un poco de tiempo en la cárcel y fueron saliendo poco a poco”.
“Nosotros como OCSS desde 1995 hemos tenido compañeros desplazados, detenidos, desaparecidos, asesinados extrajudicialmente, desde esa fecha hasta la última que fue en 2013 con el homicidio de mi hermana Rocío Mesino”.
“Tenemos en la cárcel al compañero Antonio Barragán que fue torturado de manera inhumana por quien se dijo defensor de Derechos Humanos, Eduardo Gallo, con el apoyo de Genaro García Luna”, recriminó Norma Mesino.
Recordó que el gobierno mexicano en su momento, hizo firmar a familiares de las víctimas y sobrevivientes un documento para dejar de manifestarse por el homicidio de campesinos de la OCSS, sin embargo pese a eso han continuado buscando justicia.
“El caso no prescribe, Aguas Blancas tiene que reabrirse, tiene que investigarse, porque cuando se dio la masacre quienes investigaron fueron los mismos que ejecutaron la orden de matar, fueron ellos a través de dos fiscales que puso Rubén Figueroa, que lo único que hicieron fue proteger al gobierno de Guerrero”.
Para los siguiente días anunciaron la realización de foros, marchas y actividades en la Ciudad de México, Chilpancingo e incluso en el vado de Aguas Blancas, en Coyuca, para conmemorar el 30 aniversario de la masacre.
En la conferencia, participaron José Alberto Blanco, Gervasio Hernández, Ernesto Ramírez, de la CETEG; Martha Obeso, viuda de Armando Chavarria; Diana Hernández Hernández, hija del activista social Ranferi Hernández; David Molina, vocero de colectivos de desaparecidos; Rebeca Campos Adame, del Comité Solidario de los Mártires de 1960 y otros más, que respaldaron la postura de la OCSS.