El bar La Norteña, que está ubicado en la Costera Miguel Alemán, estaba repleto de turistas y locales cuando de pronto hombres desconocidos arrojaron frente al establecimiento una cabeza humana cercenada.
A los pocos minutos que a la línea de emergencias llegó el reporte sobre el hecho, el lugar alrededor de la extremidad cefálica tomó forma como en otros hechos de violencia: con patrullas, policías y peritos de la Fiscalía del Estado.
Eran las 10 de la noche y conforme los clientes, en su mayoría jóvenes, se dieron cuenta de la presencia de policías y agentes de la Guardia Nacional, algunos decidieron abandonar el lugar.
Pero La Norteña no se quedó solo. Mientras peritos de la Fiscalía realizaban las diligencias de ley para hacer el levantamiento de la cabeza cercenada, la música y la fiesta continuaron como si nada pasara.
Los turistas no pasaban por la acera impedidos el acordonamiento que rodearon el frente del bar. Pero los pocos que pasaban de cerca lo hacían sin el menor asombro.
Finalmente el levantamiento de la extremidad cefálica concluyó pero la fiesta continuó…