En señal de protesta por los hechos de violencia que los orillaron a cerrar sus puertas, comerciantes de las pollerías del mercado Baltazar R. Leyva Mancilla colgaron sus mandiles en los puestos que continúan sin operar.
Este día, los vendedores formales de pollos de la central de abastos, colocaron sus mandiles en sus puestos vacíos, a fin de expresar su inconformidad al tener que cerrar debido a la situación de violencia en Chilpancingo.
Desde el día de ayer, más de 30 locales de venta de pollos decidieron suspender sus actividades comerciales, luego de que en una semana fueran asesinados dos distribuidores de pollos en las inmediaciones del mercado.
Sin embargo, el hecho que detonó en el cierre de locales, fue el ataque del sábado a una bodega de pollos en el poblado de Petaquillas, crimen que dejó un saldo de seis muertos, entre ellos una menor de 12 años de edad.
A pesar de la presencia de corporaciones policiacas en el mercado de Chilpancingo, los comerciantes de pollo ignoran cuándo podrán reabrir y continuar con sus actividades comerciales, las que dan sustento a decenas de familias de forma directa e indirecta.