El conductor del Ferrari accidentado la noche del 26 de febrero sobre la autopista del Sol donde murieron dos jóvenes colombianas, sufrió quemaduras de tercer grado en la cara y se sometió a una cirugía reconstructiva, declaró el fiscal Xavier Olea Peláez al sitio de noticias El Tiempo de Colombia.
El fiscal relató que el vehículo viajaba a exceso de velocidad entre unos 150 o 160 kilómetros por hora, sobre la autopista la cual se encontraba en reparación y los avisos de tránsito en la zona “no eran oportunos”, por lo que no disminuye la velocidad lo que generó el siniestro.
De acuerdo con el fiscal el conductor no huye del lugar del accidente, sino que es socorrido por su mal estado e inconsciencia por su escolta, quien de inmediato lo dirige a un centro médico y se va del lugar al no contar con las herramientas para auxiliar a las colombianas atrapadas en el fuego.
Iván N, es investigado por el homicidio culposo de Dayana Sánchez y Tatiana Guzmán, cuyos restos fueron entregados hace unos días a sus madres, quienes viajaron a México para reconocerlos.
Aunque parte de su declaración esclarece cómo ocurrió el accidente y las razones por las cuales se marchó del lugar del siniestro, esta versión seguirá siendo corroborada por la Fiscalía de Guerrero.
El fiscal Olea señaló que la investigación continúa y que el chofer seguirá en la mira de las autoridades. “Es un accidente y el Código Penal mexicano lo establece como homicidio culposo”, aclara.
En su indagatoria, el chofer quien fue sometido a una cirugía reconstructiva, indica que está dispuesto a reparar el daño causado a las familias de las jóvenes colombianas.
En estas circunstancias, el fiscal añadió que de llegar a un acuerdo con los parientes de las víctimas no habría penalidad y se cerraría la carpeta de investigación. De lo contrario, el señalado por esos cargos podría pugnar pena de prisión, aunque tendría derecho a la libertad bajo fianza.
Según la declaración, el conductor conoció a Dayana Sánchez y a Tatiana Guzmán en un bar de la Ciudad de México hace tres meses, aproximadamente. Es allí donde intercambiaron contactos y siguieron comunicándose.
Dos días antes del suceso, señala el fiscal, el conductor fue contactado por una de las mujeres, en esa llamada le pregunta sobre el lugar donde se encuentra, a lo que él responde: “Acapulco, en la boda de un amigo”. En tanto, Dayana y Tatiana, coincidencialmente, también estaban en esa ciudad por lo que quedaron en encontrarse el domingo.
“En ese momento las queda de ver en un determinado lugar. Él se hospedaba en una zona residencial en Acapulco llamada Las Brisas. Ahí hay un club de playa, restaurante y también tiene albercas (piscinas)”, señala el portal de noticias.
El lunes, el día del accidente, los tres desayunan en Las Brisas, pasan un rato en la piscina, luego almuerzan, comparten otras actividades y hacia las seis de la tarde viajan por carretera rumbo a Ciudad de México. Una hora y 45 minutos después ocurre el accidente.
Con información de El Tiempo Colombia