Ante el continuo acoso de grupos paramilitares, el poblado indígena de Alcozacán, en Chilapa, decidió cerrar nuevamente la carretera estatal Chilapa-Hueycantenango; piden que el gobernador garantice seguridad en la zona antes de irse.
Vía telefónica, el consejero del Consejo Indígena y Popular del Estado de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ), explicó que el poblado de Alcozacán, se reunió y acordó cerrar el tramo carretero desde ayer a las 11 de la mañana.
Alcozacán, fue el primer poblado en donde el año pasado fueron presentados 19 menores de edad, que recibían entrenamiento armado, para defenderse del grupo delictivo denominado “Los Ardillos”.
Desde entonces, la Cipog-EZ y la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), han denunciado incumplimiento de las autoridades para atender las raíces del problema de inseguridad y educación, y con ellos los niños pudieron dejar las armas.
Sobre el nuevo bloqueo, Jesús Plácido detalló que “la situació es que se siguen moviendo los grupos paramilitares aquí en la comunidad; la comunidad y las autoridades decidieron cerrar”.
“Solamente se les da el paso a los enfermos, hasta que se garantice la seguridad de los pobladores por parte de los tres órdenes de gobierno”, indicó el activista.
Reiteraron que uno de los fallos de la actual administración estatal, es el no haber cumplido con la garantía de seguridad de los pueblos indígenas, sobre todo de aquellos que son acosados en la Montaña Baja por un grupo del crimen organizado.
Ante ello, exigieron al gobernador, Héctor Astudillo Flores, que antes de concluir su mandato, dé las condiciones de seguridad para esos pueblos, de lo contrario mantendrán el bloqueo carretero.
Finalmente detalló que si hay un retén de seguridad antes el poblado de Alcozacán, sin embargo este es insuficiente y no cumple con la labor de evitar el continuo acoso de los grupos armados, que pretenden ingresar a los pueblos indígenas.