El linchamiento por parte de pobladores de Taxco, en contra de Ana N, presunta feminicida de la menor de 8 años, Camila Gómez Ortega, impide que haya justicia y verdad en el caso y que se retrasen las investigaciones, consideró la activista feminista Angie de la Rosa Palafox.
Derivado de la desaparición y feminicidio de Camila, un grupo de pobladores de Taxco sacó de manera violenta de su domicilio a tres personas y linchó a una de las principales sospechosas del asesinato de la menor.
Ana fue acusada por la población taxqueña de ser la responsable de la desaparición y feminicidio de la menor; falleció a causa de los golpes propiciados por las personas.
El linchamiento de Ana, de acuerdo con la activista feminista, responde a varios factores, uno de ellos la falta de protocolos y omisión por parte de las autoridades de seguridad de los tres niveles de gobierno.
“Las personas que sean imputadas tienen también derechos, los cuales permiten que haya justicia, que haya verdad y que haya reparación del daño, y al haber el asesinato de una de las involucradas en el asesinato y feminicidio ya no puede haber justicia”, dijo De la Rosa Palafox.
“Vemos cómo la ciudadanía actuó y se ejerce el asesinato contra otra persona (Ana), lo que impide que haya justicia y verdad para la familia de la niña y también obstaculiza el acceso a la justicia”, agregó la activista.
El linchamiento de Ana, de acuerdo con la activista, demuestra la falta de protocolos por parte de las autoridades para contender a las multitudes, y con el asesinato de la presunta culpable no se podrá indagar más su versión de los hechos.
“Sabemos que hay altos índices de impunidad en el estado y a nivel nacional, sin embargo, creyendo en que puedan las autoridades indagar y hacer las investigaciones pertinentes y llevar a cabo el debido proceso para que la familia conozca si hay otras personas involucradas, pues eso lo obastaculiza; el linchamiento de las personas que se habla son los presuntos culpables”, agregó la activista.
De la Rosa Palafox señaló que con el caso de Camila, salen a la luz problemas que tienen las autoridades para tratar casos de desaparición de y feminicidios.
En este caso, nunca se activó la Alerta Amber, ni la Alerta Violeta.
“El asesinato de la niña Camila, suma también a las omisiones y negligencias por parte del estado, al no haber protocolos que garanticen las vidas de las mujeres y sobre todo estrategias y autoridades que no revictimicen y no haya negligencia, para que pueda haber una búsqueda inmediata y que no haya más estos casos de feminicidio”, dijo de la Rosa Palafox.