La reunión entre líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Guerrero, y la gobernadora electa, Evelyn Salgado Pineda, ha provocado expresiones de molestia entre los propios morenistas.
Y es que, en campaña, las acusaciones mutuas entre el exgobernador, Ángel Aguirre, y el senador Félix Salgado Macedonio, marcaron una clara confrontación, sobre todo del partido del presidente de México, por el anuncio de no permitir personajes corruptos y con negro historial.
Ayer, la gobernadora electa, Evelyn Salgado, sostuvo un encuentro con el perredismo en Guerrero; Ángel Aguirre aprovechó para presumir en redes sociales el encuentro y reconocer a la hija de Félix Salgado, como la gobernadora electa de Guerrero, a pesar de que su excandidato a la gubernatura, Mario Moreno Arcos, aún espera el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
En sus redes sociales, el exconsejero estatal de Morena, Sergio Montés Carillo criticó que el perredismo en Guerrero “debe sentirse feliz”, debido a que sus personajes políticos están en Morena y no quienes formaron las bases del partido.
“Sus máximos representantes (del PRD) están en Morena como regidores, diputados locales, diputados federales, hasta la gobernatura ganaron sin apoyar”.
“Los iniciadores de Morena, sólo son invitados testimoniales de cómo el perredismo rapaz descompone todo un proyecto local, como en el pasado reciente”, escribió el morenista.