Para el PRD, el proceso reivindicativo ante los ciudadanos que le dieron la espalda durante la pasada elección del 1 de julio, atraviesa por una necesaria, analítica y profunda revisión. El punto es que muchas tribus imitaron modelos, paradigmas y cultura del PRI. Y la movilidad de algunos actores refrenda que eso ya se enquistó en definitiva en ese partido. Hay que ir por partes.
ADVENEDIZMO DESBOCADO.- Hay cuando menos dos indicadores y actores recientes, en relación a la profunda crisis del PRD:
1.- El ex candidato perdedor de la elección por la alcaldía de Acapulco de la coalición Por Guerrero al Frente (PRD-PAN-MC), Joaquín Badillo Escamilla, no logra asimilar su derrota. Y quiere regresar investido como dirigente estatal de ese partido. Pero lo persiguen algunos fantasmas insepultos:
A) En su conferencia de prensa donde anunció la intención de buscar esa dirigencia estatal, el ex candidato perredista asume que uno de los factores de la derrota en Acapulco, fue la mala administración del presidente municipal, Evodio Velázquez Aguirre. Sin embargo, Badillo Escamilla, pegó su campaña electoral a Perla Edith Martínez Ríos, la esposa del edil Evodio, quien buscaba la diputación local por el distrito 9. No invirtió demasiado. Y ahí no se quejó.
B) Al dueño de la empresa de seguridad Jobamex, se le asocia más al PRI que al PRD. En la elección de 2015, compitió como candidato a la alcaldía porteña por el PVEM. No declinó por el galeno Marco Antonio Terán Porcayo, quien era candidato del PRI y cuadro político del efímero ex dirigente nacional tricolor, René Juárez Cisneros. Eso bastó para que los tricolores perdieran. Asumió como bisagra política de Manuel Añorve, actual senador electo. Y de hecho, también como Caballo de Troya de éste último, en su fracasada postulación perredista.
C) Badillo Escamilla, pretende la dirigencia estatal perredista, sin ser militante activo de ese partido. Porque en la pasada elección compitió como candidato externo. Y desplazó a varios aspirantes de otras tribus que estaban formados en la fila. En dicho escenario, resulta improbable que las tribus cierren filas hoy, para volcar su apoyo a dicho empresario. Sería absurdo y fuera de toda proporción.
2.- El principal actor que apoya las disparatadas aspiraciones de Joaquín Badillo, es el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien públicamente renunció a su militancia perredista el 11 de febrero de 2015. Y tras consumar su segunda renuncia el 7 de enero de este año, como aspirante a la diputación federal por el distrito 8 de la Costa Chica, cobijado por la coalición Al Frente por Guerrero, se dedicó a intentar meter mano en algunas decisiones del PRD. Y empujar a otros de sus cuadros en el PRI.
Como Jorge Salgado Parra, quien ya es diputado plurinominal electo por dicho partido. Y movió, en la coyuntura de la pasada elección de gobernador del 7 de junio de 2015, a su alfil político, el senador Sofio Ramírez Hernández, para que también renunciara al PRD y apoyara la campaña electoral del actual gobernador tricolor Héctor Astudillo.
Sofío está en la sala de espera de Casa Guerrero, para ser incluido en su gabinete después del tercer informe de gobierno. Mientras, su jefe político Aguirre, maniobra para abrir la negociación con las tribus. O de ser posible, quedarse con el control político total de ese partido.
La señal más clara de esa intentona, es el rescate político de Joaquín Badillo, quien ya enumeró como una de sus primeras acciones “iniciar procesos de expulsión contra todos aquellos que traicionaron al partido”. Es decir, se asume como un perredista químicamente puro. Y eso es lo verdaderamente cómico y risible. Porque ni él mismo se lo cree.
HOJEADAS DE PÁGINAS… Mientras el gobernador Astudillo, asume que “el dinero federal nunca ha sido manejado por el gobierno estatal”, el secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, pide a López Obrador, la asignación de los recursos federales a Guerrero, “tal y como lo establece la Constitución”. ¿Maneja o no recursos federales el gobierno estatal? Astudillo y Florencio no se ponen de acuerdo.