Acapulco. — La diputada del PRI, Julieta Fernández Márquez, aseguró que la aprobación del matrimonio entre dos personas del mismo sexo en Guerrero “no es un tema relevante para la sociedad en general”, luego que ella votó en contra y consideró que son leyes que desnaturaliza a la familia.
Consultada vía telefónica, argumentó que, con esta reforma, en el ámbito legal “se cambia la definición de matrimonio, ya que este se genera desde tiempos memorables en el derecho, para proteger a las mujeres y niños; que ayudan en el desarrollo de identidad en los (niños) y se genere un ambiente de paz y estabilidad en la familia”.
Julieta Fernández, explicó que dos hombres no pueden “procrear” un hijo, aunque aclara que ambos individuos tendrán que “conseguirlo”, ya que la misma ley les otorgará el derecho de “registrarlo, no pasarán al juez del oficio familiar, no será una adopción, sino un registro de nacimiento”.
Fernández cuestionó “¿Quién protegerá a ese niño? Nadie. En caso de que se divorcien ¿Quién va a proteger al niño, si no tienen lazos consanguíneos? Lo que es de tu carne, pues lo defiendes, proteges y cuidas, pues un niño no es un juguete o muñeco o perro”.
Este martes el Congreso de Guerrero, aprobó por mayoría de votos las reformas que dan legalidad al matrimonio entre dos personas del mismo sexo, esta fue impulsada por dos legisladores de Morena, obtuvo 36 votos a favor, seis en contra y dos nulos.
Las reformas incluyen diversas modificaciones al Código Civil del Estado y Procesal Civil, el cual se modifica el término de hombre y mujer, por el de “personas”.
La diputada priísta, señaló que, con la aprobación de reformas del aborto y matrimonio igualitario en Guerrero, ponen a las familias “vulnerables”, e insiste que no hay apoyo a la mayoría de la población en general, que “enfrenta falta de agua potable, desplazamiento, falta de alimentación, equilibrio en los salarios, entre otros temas en el estado”.
Sostiene que los legisladores de las diversas fuerzas políticas, han dado prioridad a “temas de moda”, que impactará en las próximas generaciones.
“Sí, los padres pierden la autoridad, no se cuarta la libertad de expresión que todos tenemos, pues algunos les gustan y a otros no, todos tenemos el derecho de opinar”, expresó.