No se esperaba un día de campo, tampoco la comprensión de la disminuida oposición, que no se puede comparar a la vieja oposición de izquierda que, aunque ganaba los debates perdía las votaciones. En aquel entonces había calidad que sucumbía a la cantidad, aun con todo y eso el tiempo les ha dado la razón.
Hoy la eximia oposición no tiene argumentos ni calidad para criticar, incluso haciendo uso de argumentos que, en su momento se utilizaban en contra del PRIAN son utilizados para tratar de evidenciar a MORENA y López Obrador.
El caso del huachicoleo es muy ejemplar, el PRI , el PAN, en menor medida el PRD se están dedicando a defender la ilegalidad sí, es verdad, como dice Obrador, el pueblo no es corrupto, es el poder el que lo corrompe, por eso aunque no justificable, es entendible que gente que aprovecha la ocasión “robe” gasolina de los ductos que son utilizados por el huachicol profesional, el razonamiento popular se basa en la impunidad, si el dirigente petrolero roba y le da para pasear a los perros de sus hijos en avión, si el directivo de PEMEX sabe y es cómplice, si las autoridades que tendrían que investigar y las que deberían castigar saben, si en presidencia pasada lo sabían y no hacían nada, entonces piensa una parte del pueblo,
¿Por qué nosotros no vamos a aprovechar?, total a nadie le hacen nada. En esa parte tiene cierta razón el pueblo, el PRIAN les enseñó que, si hay impunidad desde arriba, que el poder que mantuvieron por más de ochenta años les sirvió para tejer una red que los cubría a todos ellos.
Por ello la tarea de Obrador es pesada, difícil, enseñarle de nueva cuenta al pueblo que, violentar la Ley, realizar ilícitos, violentar el estado de derecho tendrá consecuencias jurídicas, se acabó la complicidad, la impunidad, la corrupción, sobre todo desde arriba. Que en el mejor de los casos será la aplicación de la Ley la que va actuar, en el peor, es que tendrán que asumir el costo de los riesgos de sus ilícitos como sucedió en Hidalgo.
Por ello los gritos de la menguada oposición no son de apoyo a las víctimas del huachicol, los prianistas están gritando porque añoran la ilegalidad, el robo, la impunidad. Pretenden que, Obrador no actué en contra de la corrupción, quieren seguir repartiéndose el país como si nada hubiera pasado.
Los priistas y sus plumíferos pagados quieren que discutamos todos los días con ellos las formas, alegan desabasto de gasolina como si en verdad fuera una crisis nacional, no discuten el fondo del asunto de que la “escasez” se da en aquellas gasolineras que se abastecían del huachicol y que muchas son propiedad o están amparadas por los propios prianistas.
Incluso han sido capaces de argumentar que se está dejando sin “empleo” a gente que vive del robo de combustible, sin decir que cometen delitos y, tampoco utilizan el argumento de que, desde la misma dirección de Pemex se realizaba dicho robo, su forma y fondo son muy de los tiempos del PRI y del PAN que roben de cualquier forma, pero que salpique, ese es el fondo.
En ese espejo deberían de mirarse todos los políticos, de cualquier signo, ver lo que no se tiene que hacer, quieran o no, Obrador sigue siendo un ejemplo del camino que se debe seguir, ojalá sus colaboradores lo entiendan.