Chilpancingo, Gro. – El alcalde Antonio Gaspar Beltrán dijo que se resiste a reconocer que Chilpancingo este considerada dentro de las ciudades más peligros del país, como lo diera conocer la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Esta mañana Antonio Gaspar realizó la reapertura de la Sala de Presidentes en el ayuntamiento, acompañado por exalcaldes de Chilpancingo, entre ellos el secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, el Secretario de Desarrollo Social, Mario Moreno Arcos, Jesús Tejeda Vargas, entre otros.
En su intervención el alcalde dijo que no reconocía a Chilpancingo como una de las ciudades más violentas del país y pidió ayuda y orientación a los exalcaldes para sacar adelante al municipio.
“No se trata de reinvertir Chilpancingo, se trata de reencontrarnos con Chilpancingo, se trata de despertar el orgullo de ser chilpancingueño, se trata de regresar a ese Chilpancingo donde crecimos, donde podríamos caminar en nuestras calles confiados de que en nosotros nos cuidábamos, de que en la capital hay gente buena”, dijo.
“Cuando nos levantamos y escuchamos noticias de que Chilpancingo sigue siendo considerada de las ciudades más violentas del país yo me resisto a aceptarlo, me resisto a reconocerlo, pero ello me obliga a tener que pedir la ayuda de todos, son más de 600 colonias, más de 40 comunidades rurales, hoy clamo su ayuda, pido su orientación (de los exalcaldes)”.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el INEGI dada a conocer la semana pasada, ubica a Chilpancingo como la segunda ciudad con mayor percepción de inseguridad del país con el 93.8%, solo por detrás de Reynosa, Tamaulipas.