Samuel de Aquino Reyes es un indígena originario de Malinaltepec, munucoio de la Montaña que trabaja en la capital desde hace muchos años vendiendo dulces. En el 2019 se fue a trabajar a Cuautla, Morelos donde fue atropellado por un auto. Debido a las lesiones que presentó en una pierna, lo operaron de emergencia en el Hospital General de ese municipio.
Este mediodía acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Guerrero para denunciar presunta negligencia médica por parte de personal del Hospital Dr. Raymundo Abarca Alarcón y también para pedir acompañamiento del organismo.
Samuel relata que meses después de la cirugía, presentó una infección en la parte afectada, por lo que acudió de inmediato al servicio de urgencias del hospital general de Chilpancingo.
Tras controlarle la infección y como parte del tratamiento, fue referido al Centro de Rehabilitación Integral (CRIT), donde le dijeron que requería ser intervenido quirúrgicamente la cual le podrían realizar en cualquier hospital general, por lo que pidió que lo refirieran al de Chilpancingo.
El hombre asegura que tras casi 3 años, programaron su operación para el pasado 4 de noviembre pero de un rato a otro, le dijeron que se suspendería debido a que no llegaría la cirujana sino hasta dos semanas después, por lo que le pidieron que se fue a su casa.
Desesperado por acabar con los dolores que le provoca la lesión buscó la manera de que fuera atendido por lo que nuevamente lo programaron para el 16 de noviembre.
Llegada la fecha, Samuel volvió a acudir a consulta con la esperanza de que le dieron indicaciones para su cirugía, pero cuando la doctora Cándida Alcocer Navarrete lo vio le dijo: “¿Otra vez tú Samuel?”, en seguida le dijo que ella no lo operaría y que acudiera a Cuautla, pero asegura que no le dieron una hoja de referencia.
Con lágrimas en los ojos, dijo que no quería perder su pierna. Ante medios de comunicación, mostró la herida en la pierna que estaba cubierto por un sobre de gasa pegada con cinta adhesiva.
Samuel señala directamente a la doctora Alcocer de no haberle informado desde un principio que requería ser atendido por los médicos que le realizaron la cirugía en Cuautla, Morelos.
Tras la conferencia que dio afuera de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se sentó en una de las jardineras del edificio en espera de que algún funcionario de la CEDH lo atendiera, lo que pasada media hora no había sucedido.