Payasos Sin Fronteras, es una asociación civil a nivel internacional compuesta por artistas profesionales en los ámbitos de circo, teatro, títeres u otras disciplinas, que viajan al rededor del mundo para llevar shows a lugares con altos índices de familias desplazadas y violencia.
El 2 de abril, este show llegó a Chilpancingo como parte de una gira que realizan por el país.
Los payasos ofrecieron una función en el Teatro Hundido de la Alameda Granados Maldonado, donde niñas, niños y adultos disfrutaron y se divirtieron con su show.
Toño Zaralanga, quien interpreta al payaso Petronilo, es originario de España, lleva 20 años en Payasos Sin Fronteras, en esta asociación hay varios payasos, los cuales se dividen y se van por equipos a dar shows en diferentes lugares donde hay infancias víctimas del desplazamiento y la violencia.
“Estamos haciendo una gira por todo el país, sobretodo donde hay gente desplazada, estamos animando el momento”, mencionó Toño.
Explicó que aunque el show es principalmente dirigido a las infancias, lo disfrutan también los adultos.
Antes de salir al escenario, se prepara junto a sus tres compañeros, quienes en esta ocasión también lo acompañan en su gira por Guerrero.
Ensayan canciones, se caracterizan, practican malabares, la entrada y lo que cada uno dirá.
“Lo que queremos es que la gente se ría, sobretodo los niños que son los que sufren todas las consecuencias”, dice.
Toño define su labor como “un trabajo del alma”, el aportar sonrisas a las niñas y niños.
“Lo que me enriquece a mí es estar con ellos, sentir que puede reírse y que les aporto un rato de felicidad, esa parte es muy bonita”, reconoce.
Duante el show en Chilpancingo niñas, niños y adultos participaron en las dinámicas, bailaron y al final les regalaron juguetes.
El Centro de los Derechos Humanos de las Víctimas de la Violencia, Minerva Bello fue el convocante de esta actividad, a la que acudieron familias desplazadas o con algún familiar desaparecido.
De acuerdo con el director del Centro Minerva Bello, José Filiberto Velázquez Florencio, han dado acompañamiento a unos mil niñas y niños desplazados y víctimas de la violencia, y es importante que tengan este tipo de “terapias lúdicas para contrarrestar los efectos que la violencia y los desastres naturales han dejado a la población”.
Velázquez Florencio consideró que estas actividades con víctimas de la violencia, principalmente infancias, son importantes para la reeconstrucción del tejido social.
“Es muy importante en lo que le llamamos construcción de paz o tejido social y tiene que haber más difusión porque estas actividades reconstruyen el tejido social y nos ayudan a fortalecer la paz que hace falta en el estado”, mencionó.
Explicó que tuvieron permiso del gobierno del estado para realizar la actividad.
Payasos Sin Fronteras se presentaron en Acapulco y en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.