Las restricciones en aforos permitidos en distintos establecimientos, con el regreso del color naranja en el semáforo epidemiológico, se modificarán hasta la siguiente semana; esta semana continuarán los aforos como en semafóro amarillo.
En su mensaje a mediodía, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, explicó que debido al puente por las fiestas patrias, los aforos en bares, restaurantes y otros establecimientos, continuarán como si estuviéramos en semafóro amarillo, es decir al 60%, salvo centros nocturnos, que tienen como límite un 50%.
El pasado viernes, el gobierno estatal, confirmó que Guerrero retrocedería a semáforo naranja, debido al aumento de contagios de Covid-19; el semáforo amarillo duró solamente dos semanas.
La primera ocasión que Guerrero pasó a semáforo naranja, las actividades como cines, teatros, polideportivos, restaurantes, hoteles y más, tuvieron la oportunidad de reabrir, pero con un aforo máximo del 30%.
El día de ayer, el gobierno estatal se reunió con empresarios y hoteleros, estos últimos advirtieron que no reducirán el aforo en sus ocupaciones, y el día de hoy el gobierno confirmó que no habrá reducción, a pesar del cambio de color en el semáforo epidemiológico.
A partir de hoy, al iniciar la semana epidemiológica 38, Guerrero retrocede a semáforo naranja, sin embargo debido a “la importante cantidad de turismo”, con motivo del puente del 15 de septiembre, el cual traerá beneficios económicos esta semana a la entidad, no se modificaron aforos.
En su mensaje, Astudillo Flores, exhortó a quienes visitan el estado de Guerrero, a cumplir con las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas y mantenerla sana distancia.
También, consideró como preocupante “las cantidades de grupos de personas que van sin cubrebocas caminando, que andan cerca del mar, una gran cantidad de personas en una feria en Ometepec”.
Será desde la semana del 21 de septiembre, cuando se reduzca el aforo de negocios, que quedará de la siguiente manera: Hoteles, restaurantes, transporte público, supermercados, producción agroindustrial y mezcalera, plazas cívicas, unidades deportivas, zoológicos, playas, comercio informal, tribunales judiciales y centros nocturnos (en lugares abiertos), se reducirá solamente al 50%.
Mientras que bancos, servicios religiosos, platería y joyería, cines teatros, museos y albercas públicas, reducirán su ocupación a un 40%.