Hace once meses los capitalinos decidieron castigar merecidamente al PRI, no solo los derrotaron, los humillaron mandándolos a un vergonzoso tercer lugar; su candidata en la soberbia de sentirse presidenta aún y cuando no se habían realizado las votaciones fue la enterradora del PRI.
El triunfador de esa elección fue Antonio Gaspar Beltrán aparentemente, en realidad el ostenta el cargo de Presidente Municipal sin embargo, quienes mantienen el control de la capital son: Héctor Astudillo, Ángel Aguirre, Evodio Velázquez y los poderes fácticos.
El primero tiene que dar todas las aprobaciones necesarias para que, Toño como le gusta ser conocido pueda tomar decisiones en Chilpancingo; Aguirre se encarga de parte de las obras de infraestructura, lleva los porcentajes suficientes para no necesitar un espacio propio así, como lo hace en otros municipios.
Evodio tiene copada la administración capitalina, nada se mueve tampoco sino, pasa por el conocimiento del expresidente municipal de Acapulco y, lo poderes facticos desde hace muchos años se han posesionados de la capital, controlan la vida nocturna y también la de horas hábiles, el gobierno de la gente realmente está atado de manos.
Es claro que no tiene la capacidad de enfrentar a todos estos poderes reales, pero tampoco quiere hacerlo, se siente cuando menos “protegido” de esta forma y, elude las responsabilidades de resolver el fondo de los problemas.
Por si esto fuera poco, Antonio Gaspar Beltrán ha sido alucinado por Aguirre Rivero que lo quiere vender como la carta que podría unir al PRI y al PRD en la campaña de 2021 como el candidato a gobernador “triunfador” después de que el defenestrado gobernador le hablara al oído y lo ilusionara falsamente, Toño empezó a descuidar más al municipio; lo que ha generado condiciones parecidas a las que se vivieron en el desgobierno del MAL priista.
El edil principal de la capital tiene también la inquietud de formar una nueva pareja imperial y secretamente impulsa la posibilidad de que su esposa pueda ser candidata en el segundo distrito o candidata a Presidenta Municipal, lo que ocurra primero.
Es triste que, aun y cuando no se está cumpliendo con el encargo que democráticamente le asignó el voto ciudadano, se esté pensando en uno superior al cual por cierto no tendría ni la más mínima oportunidad. Una alianza PRI-PRD solo provocaría que el cascaron en que están convertidos esos partidos, terminaran por vaciarse, ni todo el dinero que tiene el gobierno estatal y que seguramente intentarían utilizar para comprar los votos, les alcanzarían para intentar ganar.
Si Toño retrocediera en sus sueños y se dedicara a gobernar bien Chilpancingo, estaría potenciando a buen nivel la posibilidad de buscar una reelección tomando en cuenta que el PRD no tiene una personalidad posible que pudiera buscar ganar la capital; el PRI en su caso también cuenta con candidaturas muy débiles para participar, lo que estaría dejando a los partidos cercanos a Obrador con la posibilidad de gobernar Chilpancingo.
No caeremos en la trampa de la que hacen uso algunos perredistas cuando dicen, “estaríamos mejor con el PRI”, es claro que este país estaría mejor sin el PRIAN, pero eso también tiene que demostrase con hechos, con acciones reales.