+El director general del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, consideró que “no es sano” el intento de reelección de Cecilia Narciso, en medio de una cultura contra la reelección
El director general del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, calificó como “un elefante blanco (…) que se ha dedicado básicamente a ser una voz reconfortante para las autoridades y muy lejana de las víctimas”, a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG).
Para Ahora Guerrero, el reconocido activista fijó una postura por el proceso de selección de un nuevo titular de la CDHEG, proceso en el que participan 17 aspirantes; señaló que es la oportunidad para que los diputados tomen en cuenta que la comisión “no ha representado los intereses de las víctimas”.
“La Coddehum (ahora CDHEG) es un elefante blanco en Guerrero que ha venido a menos, que se ha dedicado básicamente a ser una voz reconfortante para las autoridades y está muy lejana de las víctimas”.
Por ello pidió a los actuales legisladores, revisar los perfiles de los aspirantes y comprobar que quien esté al frente de dicha comisión, tenga comprobado un compromiso social y la intención de buscar a familias de las víctimas que no son atendidas.
“Yo creo que es una buena oportunidad”, señaló Abel Barrera y consideró que no es sano, buscar la reelección, en medio de una cultura contra la reelección, esto en torno a las aspiraciones de la actual presidenta de dicha comisión, Cecilia Narciso, quien busca expandir por otros cuatro años su gestión frente a la institución.
El dirigente de Tlachinollan confío en que no haya alguna línea política, ni cierre de filas, tal y como ocurrió con la comisión de Derechos Humanos a nivel nacional, que cayó en una simulación para designar a una titular, “que no sea pues un engaño”.
Y es que, de acuerdo con el activista, actualmente la sociedad no cuenta con una representación real, no se sienten protegidos (por instituciones como la CDHEG), y son las organizaciones sociales tienes muchas veces terminan haciendo el trabajo que compete a otros organismos, tal y como lo ha hecho Tlachinollan durante varios años.