Chilpancingo. – Pese al saneamiento que asegura hacer el ayuntamiento al encauzamiento del Huacapa, el lugar sigue convertido en un río de aguas negras y pestilentes olores.
Lo que un día fue un río de agua cristalina que brotaba de una cueva ubicada a 2 kilómetros del poblado de Amojileca, se convirtió en un foco de infección a la vista de todos, sin que ninguna autoridad intervenga.
Desde la calle Quintana Roo en el centro de la ciudad, hasta Baltazar R. Leyva Mancilla junto al Centro Comercial Chilpancingo escurren pestilentes aguas negras, y en algunas zonas, a la altura de la 35 Zona Militar y el puente del Callejón de Tío Nacho el agua está estancada junto a la basura generando la proliferación de moscos.
El ayuntamiento ha reconoció que existen descargas de aguas negras en el encauzamiento.

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