Desde el pasado 31 de julio y hasta el día de ayer, dos menores de edad de origen indígena, fueron detenidas en los separos de la comisaría del poblado de El Capulín, municipio de Tlacoachistlahuaca, en la Montaña de Guerrero; se rehusaron a participar de un matrimonio forzado, arreglado por los padres.
De acuerdo con la información recopilada, las niñas fueron detenidas a petición de la propia familia y quedaron en los separos de la comisaría, luego de negarse a aceptar el matrimonio; por seguridad no fueron dados los pormenores de las niñas.
Tras conocerse estos hechos, la delegada en la Costa Chica de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, Gretel Dávila Vargas, se trasladó a la zona y estableció comunicación con las niñas, a través de un intérprete mixteco (lengua materna que hablan las menores). Ahí se informó a las autoridades que las niñas fueron detenidas a petición de la familia por rechazar el matrimonio forzado.
De acuerdo con un comunicado de la CDHEG, “mediante el diálogo” se informó a los familiares de las menores de edad sobre la ilegalidad de esta acción, que “violenta los derechos humanos de las menores”.
“Las niñas fueron entregadas a sus familiares este 01 de agosto, acordando fortalecer acciones para su desarrollo, como la sana convivencia, el estudio y la vigilancia y atención de las autoridades municipales para la no repetición de estos actos”.
“Esta CDHEG, en coordinación con el DIF Municipal y la Procuraduría de Protección de Niñas y Niños de Tlacoachistlahuaca, darán seguimiento al caso a fin de evitar futuras violaciones a los derechos humanos de las menores y garantizar su óptimo desarrollo y erradicar la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres”, informó
En el diálogo y posterior liberación de las niñas, participaron autoridades del municipio de Tlacoachistlahuaca, así como del estado.