Guerrero. – Ya “sin” el efecto Andrés Manuel López Obrador en las boletas, 16 personajes, entre académicos, políticos y figuras electas en urnas, se alistan a la carrera por la gubernatura de Guerrero en igualdad de condiciones, pero con un Partido Revolucionario Institucional (PRI) en caída libre y un Partido de la Revolución Democrática (PRD) aún en la lona.
Los sondeos mensuales realizados por encuestadoras colocan a Morena como el enemigo a vencer en el siguiente proceso electoral, con más del 40 por ciento de las preferencias electorales, muy por encima del segundo lugar, el tricolor, actual partido en el poder.
Las cifras, que ponen a Morena como vencedor en cualquiera de los escenarios para la elección de gobernador del próximo año, ha atraído como imán a figuras externas al partido para ser tomadas en cuenta y participar en los procesos internos para definir al ungido, aunque este finalmente podría ser elegido por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
De ahí que, se mencione que de Morena salga el hombre o la mujer que suplirá a Héctor Astudillo Flores, en la titularidad del Poder Ejecutivo de Guerrero para el periodo 2021-2027. Quienes han levantado la mano para participar como externos son los exalcades de Acapulco, Luis Walton Aburto y Alberto López Rosas, el académico Rogelio Ortega Martínez y la secretaria de Desarrollo Social durante el gobierno de Ángel Aguirre Rivero, Beatriz Mojica Morga.
La militancia de Morena apuesta a que la “Cuarta Transformación” en Guerrero, sea encabezada por un viejo conocido, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien a cinco años de haber contendido por la gubernatura, ahora encabeza una de las dos tribus que controlan al partido.
Su cercanía con el presidente, que lo llevó a ser uno de sus asesores cuando este era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y ahora ser titular de la Delegación del Gobierno Federal, da prácticamente un pase automático a Sandoval Ballesteros para ser nominado.
A la lista se suman los senadores, Nestora Salgado García y Félix Salgado Macedonio, además de la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo. En cada uno de los casos, los tres actores políticos han hablado públicamente de un proyecto político para el 2021, donde también se elegirán a diputados locales, federales y presidentes municipales.
La cúpula priista tendría en Manuel Añorve Baños, la opción para ampliar el periodo del tricolor en la residencia oficial de Casa Guerrero, aun cuando el senador estaría al borde de un tercer descalabro, ahora ya no por su “caballo negro” el PRD, sino de la ola guinda.
Sin embargo, grupos internos del tricolor no comparten la idea de que nuevamente Añorve abandere el proyecto, por lo que se habla de que este grupo buscaría alianzas con el perredismo, tomando en cuenta que este, en algún momento abrió las puertas para hablar con cualquier fuerza política.
Por su parte, el PRD apostaría por Carlos Reyes Torres o Evodio Velázquez Aguirre para regresar por tercera ocasión al gobierno de Guerrero, luego de que su dirigencia nacional señalara que el partido tendría un candidato propio, con lo que cerró la puerta a una posible alianza con las izquierdas.
El Partido del Trabajo (PT) que ha hecho público su deseo de participar en alianza con Morena en los comicios del próximo año, luego de la ruptura que sufrieron ambos partidos en las elecciones locales de 2018, también ha anunciado estar listo para participar en solitario con figuras como los exdiputados federales, Victoriano Wences Real y Sebastián De la Rosa Peláez.
Otros partidos como Acción Nacional (PAN), que se han mantenido al margen de los “destapes” y cuya meta es asegurar el porcentaje de votos requeridos para mantener su registro y contar con representación en el Congreso del Estado, tienen a la diputada local Guadalupe González Suastegui y el alcalde de Taxco, Marcos Efrén Parra Gómez, como los probables candidateables.
Al interior de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) ha surgido un movimiento que ve en el rector, Javier Saldaña Almazán, como uno de los indiscutibles en la carrera a la gubernatura de Guerrero, sobre todo por acumular dos periodos al frente de la máxima casa de estudios del estado, aunque el rector ha declarado que no le interesa participar en el proceso.
