Dos jóvenes fueron, supuestamente, obligados a contraer nupcias en Tlaxcala, tal y como lo muestra un video que circula en las redes sociales.
Una práctica que aún permanece en muchas partes del país entre ellos la Montaña, en Guerrero, donde las niñas son vendidas y obligadas a casarce, práctica que ha sido utilizada como usos y costumbres, pese a que es violatoria de los derechos humanos.
En el material se puede ver a los novios protagonizando la inusual escena, donde el desánimo y la tristeza se dibuja en su rostro, sentimiento contrario al que generalmente se ve en este tipo de evento.
Incluso en el tradicional lanzamiento de ramo, la novia avienta desganada el ramillete directo al suelo donde una de las invitadas lo recoge. Con semblante serio e incluso que denota inconformidad, ambos participan en el brindis familiar.
Después el animador de la fiesta intenta animar a los novios para darse un beso diciéndoles que “a partir de ahora son pareja, a partir de ahora tienen todo el derecho y todo el permiso tanto de los padres como de nuestro señor Dios, así que sin pena…”
La grabación ha intrigado a los usuarios de la red que han expresado que este tipo de arreglos matrimoniales son, todavía, comunes en distintas regiones del país.
Venta de niñas en Guerrero
La venta de mujeres en la región de la Montaña para casarse sin su consentimiento, es una práctica por usos y costumbres, que viola los derechos humanos, reconoció el director del Centro de Derechos Humanos, José María Morelos y Pavón (Centro Morelos), Manuel Olivares Hernández.
El defensor de los derechos humanos dijo que dicha costumbre no se puede regular, y se registra con mayor frecuencia en zonas indígenas de la Montaña alta.
“Ya lo habíamos señalado de que hay una costumbre muy arraigada y no por ser parte de los usos y costumbres está bien, el problema es que esto no se va a terminarpor decreto”, dijo.
“Es un problema que tiene que ser atendido con medidas preventivas, medidas de concientización para que la gente, principalmente de las comunidades indígenas comprenda que esta situación no es algo que sea acorde con los derechos humanos, puede ser usos y costumbre, pero va en contra de los derechos humanos”.
Hay varios lugares dijo, donde esta práctica aunque matizada o encubierta se da, “podríamos decir nosotros que es en la mayor parte de la región de la montañaalta principalmente en las zonas indígenas”.
Dijo que mientras en la Montaña se da una niña a cambio de dinero, en la sierra los miembros de la delincuencia organizada se las roban mediantes actos violentos.
La venta de las mujeres reconoció, no se puede regular, y se debe de trabajar mediante la concientización, pláticas, y concientizar que pese a que dicha prácticaes por usos y costumbre, es contrario a los más elementales derechos humanos.
Se acredita el delito se tratas de personas
Por su parte la activista y presidenta de la asociación Guerrerense Contra la Violencia Hacía las Mujeres, Marina Reyna Aguilar, dijo que la venta de mujeres es un delito y se configura como trata de personas, aunque en las comunidades dicha práctica ha sido asumida como usos y costumbre, pero no existe un análisis ni cifras de los casos.
“Sabemos que son parte de los usos y costumbres, que no debemos permitirlo porque se están violentando los derechos humanos de las niñas y de las mujeres, pero no hay un estudio al respecto, no está documentado. La venta de mujeres es un delito, la venta es trata de personas”.