El Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos, José Ma. Morelos y Pavón, rechazó tajantemente que una figura militar “sea mujer u hombre”, haya asumido la titularidad de la Fiscalía General del Estado de Guerrero.
En un posicionamiento, la ONG recordó la matanza de 1960 en Chilpancingo, cuando al frente del Estado se encontraba el General Raúl Caballero Aburto, “lo cual es sólo un botón de muestra de lo que sucede cuando los militares están en cargos que deben ser ocupados por civiles”.
“Los organismos civiles desde un inicio dejamos claro cuál es el perfil y las características que debe reunir quien ocupe el cargo de Fiscal, por lo tanto RECHAZAMOS TAJANTEMENTE que se continúe con la militarización de las estructuras gubernamentales”.
“Hacemos un llamado enérgico para que tanto la gobernadora, como el Congreso del Estado reconsideren este nombramiento, a pesar de que sea una recomendación del Presidente de la República”.
En el texto, el Centro Morelos argumenta que víctimas de los propios militares, y grupos narco-paramilitares, no pueden esperar los resultados de crímenes de lesa humanidad, pues una militar está al frente de una institución encargada del tema de investigación.
“Sin duda la crisis humanitaria que muchos pensaban que sería superada con una mujer en el poder, hoy toma fuerza porque es lógico que también incorporen militares como policías investigadores ministeriales y al final se consolide un nuevo cartel al interior de la Fiscalía y sin duda, recurrirán al ejercito para realizar acciones punitivas en contra de la población en general, fabricando falsos positivos”.
Al final del posicionamiento, el Centro Morelos exige que no se militaricen las instituciones civiles, como lo estaría marcando la llegada de una militar activa, al frente de la FGE.