Cursa apenas el primer grado de educación primaria, y además de tomar clases, está también dispuesta a formar parte de las filas de la Policía Comunitaria de Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera, en el cual se adiestran un centenar de menores ante el embate de violencia que provoca un grupo delictivo en la región de la Montaña Baja.
Se trata de Elzy, de 6 años, la más pequeña entre un contingente de niños, que el jueves 6 de enero “se apuntaron” a mano alzada, para formar parte de las filas de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF).
De tez morena y actitud callada, el año pasado Elzy inició su educación básica en la localidad indígena de Ayahualtempa; su madre, Antelma de 26 años, tiene todas sus esperanzas en ella y sueña verla convertida en doctora o enfermera, sin embargo sentencia que “sí dejaría que mi hija se arme”.
De 2019 a la fecha, la localidad de Ayahualtempa ha registrado la desaparición de 10 de sus habitantes, a manos de uno de los grupos delictivos que operan en la región; el pasado mes de enero del 2020, el pueblo presentó en Alcozacán a sus primeros 19 niños comunitarios, que previamente fueron adiestrados para el uso de armas.
A pesar de los distintos compromisos con autoridades de los diferentes órdenes de gobierno, el tema de la seguridad está aún pendiente, por lo que la policía comunitaria ha continuado con el adiestramiento y ahora formará también a niñas para poder defenderse.
El jueves pasado, en la cancha techada del poblado, la niña, junto con otra veintena de menores de edad, afirman que serán los nuevos integrantes de la policía de la CRAC, para hacerle frente al grupo delictivo que los acecha.
El instructor de los menores comunitarios, Constantino Toribio Gaspar reveló que dentro de las filas de la CRAC en Ayahualtempa, ya hay 4 niñas, sin embargo por acuerdo con el gobierno no se han dado a conocer los pormenores.
La intención de la Policía Comunitaria, es formar aproximadamente 130 niños, como nuevos policías comunitarios para distribuirlos en distintos grupos y participen de forma activa de la seguridad del pueblo.
“Nunca les decimos que tomen un arma para matar a un cristiano, les enseñamos que es para defensa personal; es una herramienta de trabajo no es para matar personas”
“Si se llegara a ocupar claro que la ocuparían, pero en caso de defensa, esa es la instrucción que le damos a los niños y eso lo saben muy bien, ellos nunca juegan con las armas, ellos saben que es una herramienta y lo respetan”.
En los próximos días, los aproximadamente 60 menores comunitarios que se adiestran en Ayahualtempa, podrían participar de nuevas acciones, por la falta de garantías de seguridad de parte de los tres órdenes de gobierno.