En la calle Prolongación Insurgentes, del Barrio del Santuario, en Tixtla, Víctor Vázquez comenzó labores de limpieza para rescatar lo poco que les quedó después del huracán John en el estado y para evitar que haya lodo y se generen zancudos.
A tres semanas del paso del huracán John, las calles más cercanas a la Laguna, del Barrio del Santuario, tienen agua, en algunas casas el agua alcanzó de uno a dos metros de altura.
Víctor y su familia, conformada por siete personas, salieron de su casa para refugiarse de la inundación. Perdieron enseres, colchones y cosas personales. La creciente del agua comenzó en la noche, por lo que les fue difícil rescatar sus cosas.
“Vinieron los servidores de la nación y nadamás hicieron un censo, pero nunca dijeron en qué iba a consistir el apoyo, y de parte nuestra esperara, primero instalarse en la casa y continuar con nuestra vida cotidiana”, contó Víctor.
De acuerdo con Víctor, son unos 270 afectados en la calle Prolongación Insurgentes, solo los censaron, no han recibido otro tipo de apoyo.
El estancamiento del agua en las calles provocó un aumento de zancudos, Víctor mencionó que hasta el momento ningún miembro de su familia se ha enfermado de dengue, solo ligeras gripas.
“Vinieron varias veces los trabajadores del ISSSTE y del hospital a poner vacunas de la influenza y del tétano.”
Víctor llamó a las autoridades a que los apoyen en el desagüe de la Laguna de Tixtla.
“Ojalá armen un proyecto a futuro para que ya no nos pase lo mismo porque el año pasado fue igual. Hace tres años estuvo peor”.
En algunas calles del Santuario, se observó a trabajadores de la tienda Bodega Aurrera, quienes apoyaron con labores de limpieza. En varios puntos de Tixtla, aun hay varios campamentos donde los damnificados acuden a alimentarse.