Choferes del transporte del servicio público en Chilpancingo se bajaron de sus unidades para sentir en carne propia lo que es batallar con sus propios compañeros en las calles de la ciudad.
Son más de 20 trabajadores del volante que se reparten diariamente en las paradas de urvans en la avenida Juarez, la Guerrero.
Entre los sonidos del claxon, el murmullo de la gente, y las unidades que parecieran que se agolpan; los choferes comisionados haciéndola de agentes de tránsito están en el arroyo vehicular, ordenando a sus compañeros, dándoles indicaciones de que avancen, les chiflan, los reconvienen, los apuran.
“La verdad es que somos necios”, comenta Gerardo quien nos contó que son 38 organizaciones de transporte, que incluye a taxistas, las que participan en esta iniciativa.
Los turnos son de 10 de la mañana a 1 de la tarde. Gerardo comenta que ese tiempo no ganan nada pero que es una aportación que le hacen a la ciudad, y eso les satisface.
Atrás de nosotros hay un agente de tránsito justamente en la esquina que forman la avenida Juárez y la calle Madero. A pesar del apoyo que tiene, sigue en lo suyo. Para él no cree que eso ayude a mejorar el congestionamiento, que acusa, lo provocan los “urvaneros”.
Sin embargo, ve algo bueno en la iniciativa: eso ayuda a crear conciencia en los trabajadores del volante, sobre el trabajo de los “tránsitos” y la importancia de que se conduzcan “como debe ser”, dice el agente.
Lo cierto es que en los puntos donde se pudo observar a los operadores que colaboran en este programa, se ve una mayor fluidez del tráfico. Una tarea titánica en una ciudad que donde circulan 762 urvans, 808 taxis y 154 mixtas.