México. – El dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, aseguró que están haciendo un fuerte trabajo en su partido para recuperar la confianza de los mexicanos y regresar, pues aunque muchos aseguraban que estaban “en la lona”, volvieron a ocupar la presidencia en el año 2000.
Entrevistado en el programa El Dedo en la Llaga por El Heraldo Radio, el dirigente explicó que el PRI está presente y con una agenda política propia, pues después de las elecciones de 2018 aseguró que vivieron un proceso interno “importantísimo” en el que él obtuvo la dirigencia nacional casi con el voto total de dos millones de personas. Comparó ese proceso con otros partidos que, dijo, “no pueden construir una elección interna”.
Moreno Cárdenas negó que sean “una oposición recalcitrante y contestataria”, pues dijo que convocan al diálogo y buscan la unión del país. Apuntó que en el nuevo ejercicio de la democracia se tienen que presentar alternativas claras y contundentes, por lo que aseguró que desde su dirigencia están impulsando una nueva etapa en el PRI, donde además destacó, “se acabó el corporativismo”.
Lamentó que algunos de sus compañeros abandonen las filas del partido, pero indicó que tampoco esto tiene contentos a los críticos que habían señalado en el pasado que para una renovación de su partido, tendrían que salir los viejos dirigentes del mismo. Afirmó que siguen trabajando diariamente y que seguirán comportándose como “esperan los mexicanos”, con paz, tranquilidad y diálogo.
Reiteró que tienen preferencias en 300 distritos electorales, así como en 12 gobernaturas estatales y poco más de 500 presidencias municipales. “El PRI sabe ganar, el PRI sabe perder, pero lo que más sabemos los priístas es levantarnos, ponernos de pie y volver a ganar”, puntualizó.
Por ello, señaló que están buscando nuevas caras, aunque admitió que algunas de las fallas que ha tenido el tricolor fueron que “se alejó de la militancia, la arrogancia y soberbia de las oficinas gubernamentales, solapar y permitir actos de corrupción, y regalarle las banderas sociales a la oposición”.