En los casi tres años que Xavier Olea Peláez duró como fiscal de Guerrero no resolvió ninguno de los crímenes de los 19 políticos asesinados entre 2017 y 2018; no detuvo a Jacobo de Almonte, a quien él mismo identificó como líder del grupo criminal Los Tequileros, tampoco aclaró la masacre del penal de Las Cruces de Acapulco, ocurrida en julio del año pasado.
Estos son algunos de los casos que Olea Peláez, en su encargo de procurar justicia en Guerrero, se comprometió a resolver, pero con su renuncia presentada la semana pasada, deja pendientes.
El 10 de diciembre de 2015 la mayoría de los diputados, sobre todo del PRI, partido del gobernador Héctor Astudillo Flores, eligieron fiscal a Xavier Olea Peláez, quien figuraba como el favorito del mandatario de la terna que envió.
Para ese entonces, Olea Peláez ya era conocido en Guerrero, porque en 2011 fue el abogado del ex alcalde de Tlapa, WillyReyes, quien tenía encima la acusación de autor intelectual del crimen del exdiputado federal Moisés Villanueva de la Luz y su escolta Erick Estrada Vázquez, ocurrido en septiembre de ese año.
Siete años después, el mismo Olea Peláez, como fiscal, cumplió una orden de aprehensión y detuvo al exalcalde por el mismo delito del que buscó absolverlo como abogado.
Su papel en el cargo transcurrió en controversia y desatinos públicos, como la ocasión que informó en un programa de radio de cobertura nacional que ya tenían rodeado a un líder criminal en una pozolería de Chilapa.
El 28 de enero de 2016, corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno y militares, aplicaban un operativo especial, anunciado por las autoridades para detener a líderes de grupos criminales que operan en el municipio.
En el programa Atando Cabos que conducía la periodista Denise Mearker en Grupo Fórmula, el fiscal dijo que tenían cercado al líder de un grupo y que al momento de la entrevista sólo esperaba una llamada de confirmación.
Un caso similar al que se atuvo ocurrió en noviembre de 2016, cuando circuló en redes sociales un video en el que se le escucha decir a habitantes de San Jerónimo el Grande, municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la Tierra caliente de Guerrero, que la indicación del gobernador no era solo detener al Tequilero, sino “acabar con él”, “darle pa’bajo”.
En ese momento se vivía otra crisis de violencia en la Tierra Caliente, de manera particular en San Miguel Totolapan, municipio que la Fiscalía atribuye a la zona que controlan Los Tequileros, liderado por Jacobo de Almonte, y se había organizado un operativo para detenerlo.
“La intención, y se los digo con el corazón en la mano, no es detenerlo, vamos a acabar con él. Para que ustedes se sientan más tranquilos y para que ustedes trabajen a gusto, y que puedan sobrevivir, sobre todo que esta Navidad sea placentera para todos. Primero es el rescate, luego le damos pa’bajo a ese sujeto o al mismo tiempo si se puede, pero primero es lo primero, primero son ustedes, ese es el mensaje que el gobernador les manda por mi conducto”, es lo que dijo el fiscal.
La masacre de los 28 reos del penal de Acapulco, ocurrida la madrugada del 6 de julio de 2017, es un caso que quedó en algunos policías y jefes de seguridad procesados y el director del penal cesado.
En esta misma lista de pendientes están las investigaciones no resueltas de los reporteros Francisco Pacheco Beltrán, asesinado exactamente hace dos años afuera de su casa en Taxco, y Cecilio Pineda Birto, a quien mataron el 3 de marzo del año pasado en un lavado de autos en Ciudad Altamirano.
También queda en la misma posición la larga lista de desapariciones en Guerrero. Los integrantes de colectivos de familiares de desaparecidos, entre ellos Siempre Vivos de Chilapa y el Comité de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en el Estado y en el País, fueron los que más cuestionaron el trabajo Olea Peláez por la falta de resultados.
El crimen de los seis policías estatales durante una emboscada en el pueblo de Zihuatanejo fue la última herencia el fiscal como caso no resuelto, porque aun cuando suman 11 detenidos como presuntos responsables, brotaron dudas, luego de que los familiares narraron versiones distintas a la oficial acerca de la posible responsabilidad de los señalados. Con información de la Silla Rota.