* Algo ocurrió con la gestión, o el personal estilo de trabajo, de la ex secretaria Rosa Inés de la O; quien no logró, en un año, tomar la bandera que le correspondía a la dependencia para encabezar, coordinar, articular, y responsabilizarse de los compromisos del gobernador Héctor Astudillo.
* Sustituye Mayra Gloribel Martínez Pineda a Rosa Inés de la O. Con la agenda de género igual que hace un año.
El 23 de enero de 2017 el gobernador Héctor Astudillo Flores nombró a Rosa Inés de la O titular de la Secretaría de la Mujer; días después, el 31 de enero, mujeres afines al Partido de la Revolución Institucional, encabezadas por ex titulares de la dependencia como María Inés Huerta Pegueros, Guadalupe Castillo Díaz, Eneida Guerrero Valverde y Sandra Belkis organizaron un magno desayuno para respaldar la designación de la ex consejera electoral, oriunda de la Costa Grande de Guerrero.
En aquel evento, se ensalzaron los talentos, trayectoria y experiencia de Rosa Inés de la O; quien correspondió con un efusivo discurso de compromiso para sacar adelante a las mujeres guerrerenses, y hacer funcionar ese espacio – la dependencia- pensado y creado por el extinto José Francisco Ruiz Massieu, a quien, por cierto, la ex secretaria mencionaría en la mayoría de sus discursos públicos a lo largo de un año.
Al desayuno acudieron representantes de los sectores sociales de distintas regiones del estado y del propio partido; estuvieron además académicas de la Universidad Autónoma de Guerrero, las diputadas Silvia Romero y Beatriz Vélez; funcionarias del gabinete estatal como Gisela Ortega, Adela Herrera de la O, Julieta Velasco, Indalecia Pacheco León, María Helena Jaimes, Rigoberta Román Orea, Dalia Carbajal Plancarte, Magdalena Romero, entre otras trabajadoras de dependencias de gobierno.
Pero algo ocurrió con la gestión, o el personal estilo de trabajo, de la ex secretaria Rosa Inés de la O; quien no logró, en un año, tomar la bandera que le correspondía a la dependencia para encabezar, coordinar, articular, y responsabilizarse de los compromisos del gobernador Héctor Astudillo asumidos públicamente a favor de los derechos de humanos de las mujeres.
Tan claro el hecho como que el propio titular de la Secretaría General de Gobierno, Florencio Salazar Adame, no le confió a la extitular de la Semujer liderar los trabajos de coordinación institucional y seguimiento respecto a la solicitud, y posterior declaratoria, de alerta de violencia de género-.
Lo que sí logró, la ex secretaria de la Mujer, fue el malestar de las organizaciones de la sociedad civil, que siguen sin encontrar en la dependencia, su esencia y razón de ser; a la ex secretaria molestaba -evidentemente- ser interpelada sobre su quehacer, desde donde surgieron declaraciones fuera del contexto, como aquella de cuestionar ¿porque se pedía alerta de género para mujeres si hombres también eran asesinados?
En diciembre del 2017, la presidenta de la Red guerrerense para el avance político de las mujeres, que aglutina a mujeres de todos los partidos políticos de las 7 regiones del estado, Muriel Salinas, haría público su reclamo por el veto del cual fue objeto su organización por parte del equipo de trabajo de Rosa Inés de la O, organización que venía exigiendo de manera reiterada la operación del Observatorio de Participación Política de las Mujeres, comprometido por el gobernador Astudillo ante la titular de Inmujeres, pero que sigue sin funcionar.
Cualquiera que haya sido el argumento que el jefe del Ejecutivo estatal validó para su relevo, hoy la dependencia no registra avances fehacientes y enfrenta los mismos retos que hace un año, entre ellos, el de acompañar la verdadera aplicación del Programa de trabajo para atender la alerta de violencia de género (implica la coordinación con los municipios y una efectiva campaña de difusión en medios); echar a andar el Observatorio de Participación Política de las Mujeres, dar a conocer los programas y recursos con que cuenta para apoyar e incentivar el crecimiento de las mujeres.
Se suman el de difundir las áreas de atención para niñas y mujeres víctimas de violencia, -que la mayoría de población usuarias desconoce- diseñar protocolos que brinde a las unidades de género de las dependencias certeza y fuerza; establecer coordinación (como cabeza de sector) con las distintas dependencias, para disminuir los índices de muertes maternas, embarazo adolescente, deserción escolar, denuncias por acoso sexual y laboral; en resumen, para incidir en la trasnversalización de una política de género, como lo exigen la leyes y reglamentos estatales, nacionales e internacionales
Hoy, tal responsabilidad recae en Mayra Gloribel Martínez Pineda, quien se convierte en la tercera titular de la dependencia en lo que va de la administración del actual gobierno. Con este relevo, la Secretaría de la Mujer se convierte en la dependencia con el mayor número de cambios de titular ordenados por el Jefe del Ejecutivo.
De lo que no cabe duda, es que en la agenda estatal, falta visibilizar los compromisos asumidos por el Jefe del Ejecutivo; falta destacar el quehacer, los avances, los logros, los esfuerzos; porque si bien el contexto de violencia minimiza el trabajo; pareciera que existe poca voluntad para informar y para poner en la lista de prioridades la agenda de género: igualdad, no discriminación y no violencia contra las mujeres, corresponda a quien corresponda.
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