Chilpancingo. – El río Huacapa nace en una cueva ubicada a 2 kilómetros del poblado de Amojileca, Chilpancingo. El agua escurre cerro a bajo hasta llegar a la ciudad donde se contamina con las descargas de aguas residuales.
En los años 60, el Huacapa todavía era un río de aguas cristalinas, pero tiempo después se convirtió en la solución de los gobiernos para el problema de drenaje en Chilpancingo.
El exalcalde priista (periodo de 1990 a 1993) Efrén Leyva Acevedo impulsó el proyecto de embovedar el río para desfogar las aguas negras de Chilpancingo.
Actualmente son casi siete kilómetros encapsulados desde la colonia San Rafael Norte hasta La Cinca (de norte a sur de la ciudad).
Desde entonces la ciudad se comió el río y sobre el cauce hay al menos 35 colonias debidamente regularizadas por el ayuntamiento. Las autoridades consintieron así la invasión del río.
El agua clara del río cambia a chocolatosa al llegar a la ciudad y entrar al encauzamiento del río que fue convertido en un canal de aguas negras y pestilentes olores donde se pretendía construir un parque que incluía una ciclovía de uno 1.6 kilómetros con un costo de 63 millones de pesos.
Los parques fueron construidos sobre el encauzamiento, pero la ciclovía fue cancelada ante la inconformidad de los vecinos por la tala de árboles, declaró en abril el secretario de Obras Públicas, Rafael Navarrete Quezada.
El coordinador de la Granja Amojileca, Elino Villanueva González captó el momento en que el río brota de la cueva.
Haz clic aquí 👉🏽 VIDEO