Los perros Max y Charming, que eran de los presuntos homicidas de Camila, la menor de ocho secuestrada y asesinada en Taxco y que están a resguardo de un grupo de rescatistas, aun no son adoptados.
En una publicación en redes sociales, la asociación protectora de animales Adopta a un Amigo Taxco, mencionó que aún no tienen solicitudes formales para la adopción de Max y Charmin.
Max y Charming son dos perros pitbull que fueron Ana Rosa N y sus dos hijos, presuntos culpables de la desparición y asesinato de la menor de ocho años Camila.
Ana Rosa N fue linchada por la población de Taxco que exigía justicia por el feminicidio de Camila y sus dos hijos golpeados brutalmente, por los que los dos perros quedaron solos en la vivienda de donde sacaron la fuerza a Ana Rosa N y sus dos hijos.
En el caso de Max, fue rescatado y recibió atención médica por un grupo de personas que a través de sus redes sociales informaron que un tumor en una de sus patas delanteras.
Días después rescataron a Charminh, otro perro que se quedó resguardando la vivienda de sus dueños.
Ambos perros fueron puestos en adopción y en medios nacionales se difundió que fueron adoptados, lo cuál no fue cierto, por lo que llaman a la población a adoptar y condenaron la mal información difundida.
“Las páginas que difundieron esa noticia lejos de ayudar han entorpecido encontrar un hogar para el pues piensan que es falso el proceso de adopción que estamos llevando de la mano con Adopta un amigo Taxco que actualmente tienen a Max bajo su resguardo” mencionaron.
En la publicación también mencionan que hay personas que solo pretenden lucrar con la adopción de los canes.
Hugo Reyes Mosqueda, uno de los rescatistas de los perros, informó que todo el proceso ha sido transparente y no lucraron con la situación de los perros.
“Algunas páginas publican su adopción y piden se comuniquen con ellos y al entrar son perfiles de venta o negocios para atraer gente a sus muros pero no tienen nada que ver con su adopción ni saben el estatus de Max y volvemos a lo mismo confunden a las personas y si había un posible buen adoptante se pierde”, agregaron.
Ante la desinformación, llamaron a las personas a difundir que el proceso de adopción continúa.
“Que todos sepan que realmente Max no ha sido adoptado aún, que aún está en recuperación y estamos seguros que debe haber alguien dispuesto no solo a curar sus heridas físicas, sino su espíritu y su alma”, finalizaron.