Propietarios de pozolerías que participan en la edición número 13 de la Feria del Pozole y el Mezcal en Chilpancingo aseguraron que han tenido pérdidas de hasta el 50 por ciento en sus ventas debido a la violencia que los ha obligado a recorrer sus horarios y cerrar más temprano.
Denunciaron también que no existe el apoyo de las autoridades para impulsar la venta de pozole que le dio identidad a Chilpancingo.
“Nosotros hemos tenido mayor precaución en cerrar más temprano porque la gente ya no quiere estar en las calles en la noche”, dijo Ángela Memije Alarcón.
“La situación es preocupante. Realmente la gente que amamos esta tradición y está costumbre seguimos porque de alguna forma queremos colaborar y no dejarnos aplastar por todas las situaciones que ocurren”, dijo.
“Nos mantenemos para seguir siendo un espacio de convivencia de las familias a las pozolerías van la mamá, el papá los hijos, es un ambiente familiar donde se reúnen todos”.
En el negocio de su madre Socorro Alarcón Aponte quien es la tercera generación de la familia que se dedica a la vente del pozole, recorrieron su horario y haya clientes o no, cierran a las siete de la noche, aseguró.
Ante la falta de actividades artísticas y culturales en la feria del pozole algunos comerciantes reconocieron que no hay ventas y no sacan ni lo que invierten.