A más de una semana del ataque contra un sacerdote católico en Chilapa, el obispo emérito, Salvador Rangel Mendoza, informó que su situación de salud avanza de manera positiva y afirmó que el ataque “no iba a contra él”.
Entrevistado en el municipio de Chilapa de Álvarez, Salvador Rangel detalló que el sacerdote Felipe Vélez, ha sido intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones, debido a que una de las balas le atravesó de lado a lado en el pómulo, ocasionando incluso que esquirlas de balas se fueron al casco cerebral.
“Dios quiera que pronto esté entre nosotros”, dijo y agregó que la principal intención es que se esclarezca y se conozca la verdad de lo acontecido.
En este contexto, reiteró que la agresión contra el sacerdote fue un daño colateral, pues el ataque iba dirigido meramente en contra de la persona que lo acompañaba, y que, según reportes de seguridad, se trataba de una mujer.
Respecto al tema de justicia, reclamó que a tres años del homicidio de los sacerdotes Germaín e Iván, en la región Norte del estado, las autoridades no han informado sobre el avance que pudieran existir en las investigaciones padres esclarecer los hechos.