A un mes del ataque del grupo delictivo de Los Ardillos, en el poblado de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo, los pobladores han amagado con armar a mujeres y niños, pues prevalecen las condiciones de inseguridad.
En conferencia de prensa en la base comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), un grupo de pobladores manifestó que hasta el día de hoy no conocen ningún tipo de avance, luego de los hechos ocurridos el 26 de enero, que dejó un saldo de siete muertos.
El 26 de enero, un grupo de armados, vinculados al grupo de Los Ardillos, irrumpió en el poblado de Buenavista y atacaron la base comunitaria, así como viviendas de policías comunitarios; la balacera se extendió por casi una hora, sin que hubiera intervención de ninguna corporación de seguridad.
A pesar de la presencia policiaca desde entonces, afirman que no está garantizada la seguridad en la zona y temen por nuevos ataques del grupo delictivo de Los Ardillos y otros, ya que luego del enfrentamiento de enero, apareció una cartulina con un mensaje presuntamente firmado por el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Además, denunciaron que las instituciones de seguridad que han hecho presencia en Buenavista, han hostigado a la Policía Comunitaria de Buenavista, cuando estos llevan a cabo recorridos de seguridad.
Entre el grupo de personas que amagaron con armarse, está la madre de Nolberto García, consejero de la UPOEG desaparecido en Mohoneras el año pasado.
“Si en tres días no nos resuelven lo que hemos demandado nos vamos a armar porque no nos queda de otra; no vamos a dejar a nuestros compañeros (UPOEG) solos”, amagó.