Junto con sus lapiceros, un bote de gas pimienta, y una navaja en su bolsillo, así es como se prepara hoy en día Nidia y decenas de jóvenes mujeres que se alistan, para ir a la escuela o salir a la calle en Chilpancingo.
“De que lloren en mi casa, mejor que lloren en la suya”, es la mentalidad con la que sale a las calles de la capital del Estado de Guerrero, una de las entidades más peligrosas para las mujeres en los últimos años.
Estudiante universitaria con calificaciones sobresalientes, sabe que hoy en día el autocuidado incluye más que solamente dar aviso a sus padres sobre su ubicación, así que junto a sus útiles escolares, la acompañan herramientas de protección.
Fue su propio padre, quien al ver la situación para las jóvenes en Guerrero, que decidió brindarle dichas herramientas, con las cuales buscan darle un poco más de seguridad, e incluso le ha dado las instrucciones de defenderse ante cualquier intento de violencia en su contra.
“Todos los días me entero que intentaron llevarse a otras niñas en CU (Ciudad Universitaria), en la parada del Tec (Tecnológico de Chilpancingo) llegó un señor con dos caguamas y le tomaba fotos a las niñas; obviamente me da miedo, si algo me pasara preferiría haberme defendido”, dice la joven estudiante sobre los cotidianos hechos de violencia.
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“De la cárcel puedo salir, de la tumba no”, narra Yael, joven de 28 años que en dos ocasiones fue tratada de ser levantada en Chilpancingo, y quien ahora porta una navaja de asalto para autodefensa.
A la serie de agresiones, se suman persecuciones, acosos y otras formas de violencia, muchas de ellas en plena vía pública y a unos pasos de agentes de corporaciones policiacas.
“Cuando salgo al trabajo he tenido que pedirle a mi esposo que se fije cómo voy vestida, por si acaso”, así de grave es el protocolo de seguridad que ha tenido que adaptar a su vida cotidiana.
De acuerdo con el medio digital Amapola Periodismo Transgresor, hasta el mes de abril, en Guerrero se han contabilizado el asesinato de 32 mujeres; la mayoría de los casos ocurrieron en los municipios de Chilpancingo, Acapulco e Iguala, los cuales cuentan con Alerta de Género, desde el año 2017 por la violencia contra las mujeres.
En junio del 2017, la Secretaría de Gobierno decretó la primera Alerta de Género, a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Convim), para ocho municipios de Guerrero, que son: Chilpancingo, Acapulco, Iguala, Ayutla de los Libres, Coyuca de Catalán, José Azueta (Zihuatanejo), Ometepec y Tlapa de Comonfort.
“El estado de Guerrero deberá diseñar un programa de trabajo que permita implementar las medidas de seguridad, prevención y justicia previstas en la declaratoria correspondiente, entre las que destacan publicar y divulgar en medios de comunicación y lugares estratégicos la naturaleza y los alcances de la AVGM con información accesible para la población, así como diseñar y ejecutar inmediatamente una estrategia para la recuperación de espacios públicos y la prevención de la violencia”, informaba la Segob al Estado de Guerrero.
A esto, se suman datos como el arrojado en 2017 por la Organización de Naciones Unidas para las Mujeres (ONU-Mujeres), que destacó a Acapulco como la ciudad mexicana más riesgosa para las mujeres, por encima de Ecatepec, (Estado de México), y Ciudad Juárez (Chihuahua).
La violencia contra las mujeres, va desde agresiones verbales, asesinatos, desapariciones, venta de niñas y otras más, que continúan sin ser erradicadas.