Guerrero.- 12 familias desplazadas por la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF), pidieron a los tres órdenes de gobierno el desarme de esa guardia armada en el municipio de Chilapa.
Junto con vecinos de San Jerónimo Palantla, con quienes la CRAC-PF mantienen una pelea armada, un grupo de personas del poblado de Xochitempa, municipio de Chilapa, denunciaron que fueron desplazados del pueblo desde el mes de julio por el grupo comunitario que encabeza Bernardino Sánchez Luna.
En conferencia de prensa, las víctimas de la CRAC-PF, relataron que el pasado 11 de julio un grupo de Indígenas de San Jerónimo Palantla fueron emboscados por la CRAC-PF a la altura del poblado de Lamazintla, tres días después de que protestaron en Chilpancingo por falta de apoyos.
Al siguiente día, la comisaría de Palantla citó a una reunión a pueblos cercanos, entre ellos a Xochitempa.
“Vinieron 12 familias de Xochitempa a la reunión, pero cuando querían regresar a sus casas la CRAC ya no los dejó, desde entonces están refugiados en nuestra comunidad”.
“Desde aquí le hacemos un llamado al gobierno federal para el desarme de las policías comunitarias que operan en esta zona de Chilapa”, manifestó Constantino Calvario Merino, comandante municipal de San Jerónimo Palantla.
Entre las 12 familias desplazadas, hay 25 niños que permanecen en Palantla, por lo que los afectados por la CRAC-PF han pedido al gobierno estatal que también a ellos se les voltee a ver.
El próximo 8 de febrero, San Jerónimo Palantla conmemorará un año más de la matanza de cinco indígenas afuera de su comisaría.
El 8 de febrero del 2015, presuntos integrantes de la CRAC-PF, Irrumpieron en San Jerónimo Palantla y mataron a cinco personas.
Desde entonces los poblados de Rincón de Chautla, donde se encuentra la casa de justicia de la CRAC-PF, y San Jerónimo Palantla, han encabezado fuertes enfrentamientos en esa región de Guerrero.
