La elección del pasado 1 de julio, dejó sembrados varios mensajes que no deben desdeñarse. Entre ellos, destaca uno con fuerza: en Guerrero, todos los ex gobernadores perdieron fuerza. Dejaron de tener plusvalía y rentabilidad políticas. Y por esa razón, el sentido común y los propios resultados de las urnas dictan que ya deben jubilarse. Y no estar privilegiando todo el tiempo, sus intereses de poder. En un análisis racional, de conciencia y lucidez, deben considerar cerrar su ciclo. Porque literalmente, ya nada tienen que hacer en los nuevos escenarios de competencia electoral. El ciudadano fue muy claro en ello. Se lee así.
CADUCIDAD DE EX GOBERNADORES.- En política, los personajes del poder como los productos comestibles perecederos, tienen fecha de caducidad. Y los hechos así lo confirman:
1.- El ex gobernador tricolor, Rubén Figueroa Alcocer, apostó varias posiciones de poder en la elección del domingo pasado. Entre ellas resaltan dos: la alcaldía de Iguala y la de Acapulco. En la primera de ellas, perdió con David Gama Salazar. En la segunda, con su hijo Rubén Figueroa Smutny, quien apareció en el séptimo lugar de la votación en el puerto. Y de los dos distritos locales de la región norte –el 21 y 22-, ganó en el 21 con Omar Jalil Flores. Perdió también, la diputación federal en el distrito 2. Figueroa Alcocer, está en franco declive político. Ya debe jubilarse. Pero el deseo irrefrenable de poder, lo sigue llamando.
2.- El ex gobernador perredista, Ángel Aguirre Rivero, fue literalmente obligado a salir de la competencia por la diputación federal en el distrito ocho. Los padres de familia de los 43 lo cercaron. Y cuando apostó su resto al proyecto del candidato de Al Frente por Guerrero (PRD-PAN-MC) en la alcaldía de Acapulco, Joaquín Badillo Escamilla, perdió. Solo una maniobra no le falló: su voto por anticipado a favor de López Obrador. Aun así, la puerta política difícilmente podría abrirse para él en la prospectiva del poder local. Pero es seguro que quiera más. Parece indispuesto a jubilarse políticamente.
3.- El ex gobernador y actual dirigente nacional tricolor, René Juárez Cisneros, perdió vergonzosamente la elección presidencial del domingo. Vendió reiteradamente la idea de que su ex candidato presidencial, José Antonio Meade, “ya está en el segundo lugar de las encuestas”. Pero la realidad es que nunca pasó del tercero. Con todo, Juárez Cisneros, aseguró su pase a la diputación federal plurinominal. Algunos lo perciben conduciendo la fracción de diputados federales por su partido. Sin embargo, para cuando esa legislatura federal acabe, René tendrá que madurar su jubilación política. Porque es evidente que ya perdió toda su plusvalía como personaje del sistema tricolor.
4.- Finalmente, el ex gobernador perredista, luego militante panista y hoy del PT, Zeferino Torreblanca Galindo, apostó todo su resto a la elección de alcalde en Acapulco. Pero los resultados indicaron que va de mal en peor. Porque si en la elección de alcalde del 7 de junio de 2015 y como candidato del PAN, apareció en el tercer lugar de la votación, esta vez y como candidato del PT, se ubicó en el cuarto. Incluso, a dos días de la pasada elección, desafió a López Obrador, aduciendo que éste le había pedido “declinar por Adela Román”. Y haciendo alarde de una fuerza electoral de la que en realidad carecía, invitó a que fuera Adela, quien declinara a su favor. Los votos masivos a favor del Morena, le refrendaron el tamaño de su equivocación.
Y ahora, Zeferino Torreblanca, por salud política y cívica, ya debe jubilarse. Porque sus últimas dos derrotas electorales están relacionadas con su pésimo desempeño como gobernador. Pero como los otros ex gobernadores, se resiste a renunciar a su insana adicción por el poder.
HOJEADAS DE PÁGINAS… A unas horas de que el PREP, la ubicara como ganadora en el distrito local 25, trasciende que la ex titular de la Sedesol y cuadro juarezcisnerista, Alicia Zamora Villalba, sufrió un atentado a balazos en Chilapa. El gobierno estatal habría mandado un helicóptero a rescatarla. Lo cierto es que ese municipio está muy caliente. Por todos lados. Y hay muchos “fierros” en la lumbre.