Trabajadores que se mantienen en paro en rechazo a la reforma judicial colocaron una mesa con botellas de agua fuera del Tribunal Colegiado del PJF, para estudiantes que marcharon este día en Chilpancingo
Trabajadores del Poder Judicial de la Federación que están en paro por su rechazo a la aprobación de la reforma judicial, mostraron su solidaridad con estudiantes de la normal de Ayotzinapa durante la marcha que realizaron este día en la capital.
Este miércoles, estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y de la Federación de Estudiantes Campesinos de México (FECSM), así como colectivos de búsqueda y organizaciones sociales, llevaron a cabo una marcha estatal como parte de las actividades al cumplirse 10 años de la desaparición de 43 estudiantes en Iguala.
Los movilización tuvo como punto de partida la plaza Bicentenario Primer Congreso de Anáhuac de la avenida Insurgentes; luego, llegaron al hemiciclo a Juárez en la avenida Lázaro Cárdenas donde realizaron un primer mitin.
El contingente se dirigió hacia el Parador de Marqués sobre la lateral del bulevar Vicente Guerrero.
Antes de entrar a los carriles centrales, pasaron frente al Tercer Tribunal Colegiado del Poder Judicial de la Federación, donde trabajadores que se mantienen en paro colocaron una mesa con botellas de agua con un letrero que decía “punto de hidratación”.
Cuando pasaba el primer grupo de estudiantes, unas tres trabajadoras se levantaron de sus asientos y gritaron, empuñando la mano derecha: “¡No están solos! ¡No están solos! ¡No están solos!” lo que fue secundado tímidamente por algunos de sus compañeros.
Los normalistas gritaban sus propias consignas y ni siquiera se percataron de las expresiones de apoyo que venían de los trabajadores y tampoco tomaban alguna de las botellas de agua, a pesar de la temperatura y el sol castigante.
Ante la indiferencia, dos mujeres paristas se animaron a darles el producto directamente, aunque la mayoría recibió las botellas otros más ignoraron por completo el gesto.
Una mujer que estaba en el paro comenzó a gritar: “Ayotzi vive, la lucha sigue”, que es una de las arengas que se escuchan en las manifestaciones y protestas de los normalistas de Ayotzinapa, pero nadie hizo eco de ello.
Al cabo de unos minutos, “el punto de hidratación” quedó vacío. La gran mayoría de los trabajadores observaba detrás de la reja de entrada del edificio el pasar de los estudiantes que se enfilaron hacia los carriles de alta velocidad.
Finalmente, los estudiantes llegaron mojados a su destino luego de ser sorprendidos por una corta pero intensa lluvia, que acabó con el sofocante calor que los acompañó durante casi todo el recorrido de casi 10 kilómetros.