No. No siempre los hombres se mueren por tener un pene más largo. Este es el caso de Horace Owiti Opiyo, un joven de 20 años originario de Kenia que se sometió a una cirugía con el objetivo de que su miembro ya no sea tan grande.
Y no era exageración. Sus genitales medían un metro y sus testículos pesaban 5 kilogramos. Esto, en lugar de enorgullecerlo lo obligaba a vivir aislado desde los 10 años debido a las constantes burlas. Pero eso no era todo, pues Owiti tampoco pudo encontrar el amor y padecía de infernales dolores. No le era posible sentarse ni caminar o simplemente sostenerse de pie. Y fue allí cuando sus vecinos intervinieron. Porque sí hay buenos vecinos (a veces).