Fotografías: Bernardo Torres
Desde finales del mes de febrero, 38 localidades del municipio de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente de Guerrero, tomaron las armas para combatir y evitar ser desplazados por un grupo delictivo.
El día de ayer las localidades, que se reunieron en el poblado de Piedra Concha, en donde representantes de casi 40 ejidos, acordaron solicitar apoyo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para enviar de forma permanente a Guardia Nacional y Ejército Mexicano.
Entre las exigencias, también pidieron a los gobiernos estatal y federal, la detención de los líderes del grupo delictivo que opera en la zona, ya que pretenden volver a tomar el control de los pueblos de Totolapan, lo cual no permitirán.
Los comisarios, indicaron que una vez ya estuvieron sometidos, un período que dejó solo violencia y desplazamiento forzado, decenas de localidades se convirtieron en pueblos fantasmas, además de desapariciones y extorsiones.
Luego de una primera agresión que dejó seis personas muertas, las comunidades solicitaron durante varios días la presencia de corporaciones policíacas, del Ejército y Guardia Nacional, sin que ninguna acudiera en su auxilio.
Ante la inacción de los tres niveles de gobierno, las localidades asediadas se conformaron en “Pueblos Unidos”, para impedir el avance y desplegaron alrededor de 500 civiles armados en la coordillera de Coronillas.
Señalaron que en los últimos 15 días se han registrado al menos cuatro enfrentamientos entre ambos grupos, que han dejado 29 muertos del lado del grupo delictivo y uno de lado de los Pueblos Unidos, así como cuatro personas heridas, que se encuentran en recuperación.
Ese grupo delictivo ha ejercido presión, desplazando comunidades cercanas al Río Balsas, cortando la cadena de suministros de la canasta básica y durante al menos 15 días los mantuvieron sin energía eléctrica.
Los pueblos tomaron las armas ante la inacción gubernamental, con sus ahorros por la venta de maíz y otros frutos compraron primero armas austeras, pero tuvieron luego que comprar armas de grueso calibre para poder proteger a sus familias.
Aclararon que no están financiados, ni de lado de ningún grupo criminal, y sólo pretenden proteger sus comunidades, sus hogares, tierras y bosques que son el objetivo de la delincuencia.
En la reunión llevada a cabo en la comunidad de Piedra Concha, también pidieron que sea respetado sus movimiento, dado que mientras pidieron apoyo, nadie fue en su ayuda.
Insistieron que en las únicas corporaciones a las que permitirán el ingreso, será la Guardia Nacional, Ejército Mexicano y Marina Armada de México, pero no a la Policía Estatal, quien dicen es aliada de los grupos agresores.
Las comunidades sólo esperan una respuesta pronta de las autoridades, pues el asedio de los grupos criminales está paralizando todas las actividades, económicas, educativas y tampoco hay obras ni servicios de salud en la parte alta del municipio.
