Luego de nueve horas de haber sido retenidos, pobladores y la autodefensa del poblado de Petaquillas, liberaron al convoy del Ejército Mexicano que mantenían retenidos, tras los sucesos de violencia en la capital del estado.
A la salida del convoy, un grupo de civiles corrió a pedradas a agentes de la Policía del Estado y de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), que se encontraban en la entrada del pueblo, a un costado de la carretera federal México-Acapulco.
La primer patrulla militar en salir de Petaquillas, transportaba a Francisco Rodríguez Cisneros, Director de Gobernación, y Raúl Suárez Martínez, delegado de Gobierno en la región Centro, quienes desde la tarde buscaban acuerdos con los habitantes del poblado.
Una vez que las patrullas oficiales estaban fuera de Petaquillas, un grupo de civiles comenzó a correrlos arrojando piedras, palos y todo tipo de objetos; hasta el momento se desconoce si por la agresión hay agentes heridos.
Entre los acuerdos parciales entre el pueblo y las autoridades, está: que el Ejército Mexicano no podrá realizar recorridos de seguridad en el corredor Petaquillas-Quechultenango. Esa zona ha sido señalada por tener fuerte injerencia de un grupo delictivo que operan en la región Centro y Montaña Baja.
También se acordó que el pueblo revisaría las unidades militares retenidas, a fin de que las fuerzas castrenses no se llevaran armas decomisadas de Petaquillas. Finalmente se estableció resguardar las rutas de transporte de Chilpancingo-Petaquillas, para evitar nuevos hechos de violencia.